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Destituyen al presidente de la empresa estatal que controla el sector aéreo

Siguen las repercusiones de la tragedia de Congonhas. José Carlos Pereira era presidente de Infraero, controlador sector áreo fue despedido por el nuevo ministro de Defensa de Brasil, Nelson Jobim. "Alguien tiene que ser culpado por todo", dijo el ex-funcionario.
El brigadier José Carlos Pereira confirmó hoy que ha sido destituido de la presidencia de la estatal Infraero, responsable por las operaciones aeroportuarias en Brasil, en medio del caos que vive el sector luego de dos tragedias en los últimos meses.

"Alguien tiene que ser culpado por todo y el precio parece ser la destitución", dijo Pereira a periodistas, sin ocultar su desengaño con la decisión, adoptada por el ministro de Defensa, Nelson Jobim, quien ocupa el cargo desde hace dos semanas.

Aunque no ha sido confirmado, la prensa local afirma que el lugar de Pereira será ocupado por Sergio Gaudenzi, quien actualmente preside la Agencia Espacial Brasileña y asumiría el cargo el próximo lunes.

Según fuentes del Ministerio de Defensa, la destitución del presidente de Infraero será seguida por la aplicación de un "nuevo modelo" de gerencia en esa estatal, que tiene 26.500 empleados y administra 68 aeropuertos y 32 terminales de carga, por los que pasa el 97 por ciento del tráfico aéreo en Brasil.

Jobim fue nombrado ministro de Defensa después de la renuncia del anterior titular Waldir Pires, quien dejó el cargo días después del accidente sufrido el pasado 17 de julio por un avión de la aerolínea TAM en el aeropuerto paulistano de Congonhas, en el que murieron 200 personas.

Esa tragedia siguió a otra ocurrida en septiembre del 2006 por un avión de la empresa GOL, que se estrelló en la Amazonía causando la muerte de 154 personas.

Tras el accidente del avión de GOL, los aeropuertos brasileños se sumieron en un caos permanente, marcado por los constantes atrasos y cancelaciones de vuelos, huelgas de controladores, de personal de tierra y hasta de policías que verifican los documentos de los pasajeros.

El desastre sufrido por un Airbus A-320 de TAM, cuyas causas aún se desconocen y son objeto de especulación diaria en la prensa local, llevó al presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, a tomar algunas medidas drásticas como aceptar la renuncia de Waldir Pires al Ministerio de Defensa.

El nuevo titular de esa cartera ha anunciado que antes de fin de año será reducido de 700 a 150 el número de vuelos que pasan cada día por Congonhas, que pese a haber sido diseñado como aeropuerto regional se había convertido en el de mayor tráfico del país.

Según decidió Jobim, a partir de octubre próximo Congonhas solo podrá recibir vuelos con una duración máxima de dos horas y el resto del tráfico será distribuido entre otros aeropuertos del país.