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Francia vive una jornada de huelga que amenaza con paralizar el país

Francia puede quedar hoy paralizada. Millones de funcionarios están llamados hoy a un paro en defensa de su poder adquisitivo, lo que se une a la huelga del sector del transporte público, que hoy cumple una semana.
Las alternativas para transportarse son variadas Foto: EFE
Las alternativas para transportarse son variadas Foto: EFE
Profesores, médicos, empleados de correos, controladores aéreos o personal de aduanas no trabajan hoy, mientras los trenes y metros funcionan a medio gas, mientras los estudiantes universitarios siguen con sus protestas. Ni siquiera hay periódicos en los quioscos porque los distribuidores también paran. Ya se registran cientos de kilómetros de atascos en las entradas a las grandes ciudades, en especial de París. Mientras, el presidente de la República, Nicolas Sarkozy, se mantiene en silencio.

Los funcionarios, unos cinco millones, reclaman una mejora salarial, dicen que han perdido un 6% de poder adquisitivo desde 2000- y protestan por la supresión de 22.900 puestos de trabajo como consecuencia de las jubilaciones previstas para el año que viene. Según el Gobierno, los funcionarios han mejorado incrementado anualmente un 3,5% su poder de compra si se tienen en cuenta todos los elementos salariales. Por su parte, los sindicatos de transporte protestan por la reforma de su privilegiado sistema de pensiones, que el Gobierno quiere equiparar al resto de trabajadores. Finalemente, los estudiantes claman contra la ley de autonomía universitaria.

El caso es que millones de trabajadores hoy no han acudido a su puesto de trabajo, sumiendo a Francia en el caos. Especialmente seguida es la huelga de funcionarios en la enseñanza. En París, el 80% de los colegios cierra sus puertas y la previsión es que uno de cada dos profesores de primaria y secundaria acuda a la llamada de los sindicatos. También se ve afectado Correos, la compañía de telecomunicaciones France Telecom, los hospitales y aduanas, así como el personal de las compañías estatales de transportes (SNCF y RATP) ya alteradas por la protesta en contra de los regímenes especiales de jubilación.

La huelga ya está alterando el tráfico aéreo en los aeropuertos parisinos de Orly y Charles de Gaulle, donde, a consecuencia del paro de los controladores aéreos, los vuelos de corta distancia están registrando retrasos de una media de 45 minutos, tanto en la salida como en la llegada, según han informado fuentes de la Dirección General de Aviación Civil.

A todo ello hay que añadir el paro del Sindicato General del Libro y de la Comunicación Escrita (SGLCE) que impide hoy la presencia en los quioscos franceses de los principales diarios de información nacional.