Cómo contribuye la tecnología a mejorar la educación

La educación siempre supone un debate. En este último tiempo se habló mucho sobre virtualidad y presencialidad debido a los lamentables meses lejos de las escuelas que supuso la pandemia. Si bien profundizó las relaciones entre tecnología y enseñanza porque no solo los más pequeños sino que toda la educación online creció exponencialmente, lo cierto es que hay todavía mucho para hacer allí.

Hace un par de años dos especialistas en tecnología y educación crearon Vajú, "una comunidad de chicos y chicas de todo el mundo, que aprende jugando". Entre los objetivos de este valioso espacio creado por Emanuel Sánchez y Gianina Della Gaspera está el de "desarrollar habilidades para la convivencia, desafiando las distancias físicas y las barreras culturales y sociales". En MDZ Radio dialogamos con Gianina, especialista en tecnología educativa para que compartiera algunas valiosas reflexiones sobre estas temáticas.

Un punto de partida es que "aprendemos durante toda la vida". La escuela y luego el colegio y la universidad comprenden las formas institucionales en las que canalizamos buena parte de nuestro proceso de enseñanza-aprendizaje. Sin embargo, actualmente las formas en las que accedemos a la información cambiaron sustancialmente. "Si queremos saber cómo se hace una cosa determinada, lo buscamos en google o un tutorial en youtube". Esa permanente búsqueda de información se ve modificada por nuestra participación en la misma. "Todo el tiempo estamos aprendiendo no solamente cuando estamos en una institución sino que a lo largo de toda la vida, siempre estamos necesitando la información para resolver problemas". Un cambio radical es la forma colaborativa en la que se produce conocimiento, "podemos producir conocimiento para que otros puedan beneficiarse".

El pizarrón es tecnología

Un concepto oportuno que introduce Gianina es que se habla mucho del "impacto de la tecnología como si se tratara de algo que viene de afuera cuando en verdad es parte de nosotros. Nace con la evolución de la sociedad". En esta dirección señala que asociamos con tecnología todo aquello que es nuevo e inteligente "el celular, el smart tv, los dispositivos electrónicos". No obstante el pizarrón negro que todos tuvimos en nuestra escolarización se trató de una tecnología que resolvía un problema concreto "como le hago llegar un mensaje a un grupo de personas de forma simultánea".

"Una vez que avanzamos ya no podemos ver el mundo de la misma manera". Della Gaspera cuenta cómo algunos niños aceptaron también la incorporación de tecnología como un beneficio. Lo que antes podía ser dificultoso como pedir una tarea si no se asistía a clases, hoy resulta muy fácil. "Esa posibilidad que da la tecnología adentro de una escuela de acceder, de continuar las trayectorias, de incluir". Para la especialista hay una oportunidad de seguir avanzando y perfeccionando las prácticas pedagógicas a partir de este cambio.

Comprender y asimilarnos como una sociedad más global. Colaborar, participar y crear. Amigarnos con la tecnología para aprovechar su potencial sin desprestigiar otras prácticas sino para complementarlas y seguirlas enriqueciendo.

 

En definitiva vale preguntarse qué hace falta aprender para la vida. La educación es un proceso mediante el cual se adquieren herramientas para un mundo que ya está ahí y pide ciertas habilidades. "Los estudiantes necesitan aprender a comunicarse, a generar diálogo, a tender puentes y crear redes". Es importante que se "anime a las personas a resolver problemas, a descubrir e identificar aquello que tienen para poner en juego y aquello que no para buscar vínculos más colaborativos".

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