Viviana Canosa se sinceró sobre lo que sufrió en un difícil momento personal
La conductora recordó la difícill situación de salud que atravesó en 2016 cuando le diagnosticaron cáncer de mama.
En el año 2016, Viviana Canosa atravesó un difícil momento de salud cuando le detectaron cáncer de mama. Y ahora, la donductora se sinceró sobre cómo transitó la enfermedad y cómo se encuentra ahora.
En diálogo con Yanina Latorre para el ciclo de entrevistas Confesiones (Infobae), Viviana Canosa reveló que superar aquella adversidad le hizo perder el miedo a la muerte. Sin embargo, reconoció que todas las noches se arrodillaba junto a su hija y le pedía a Dios y los santos que le dieran vida para educar a su hija.
"Hablo con el doctor y me dijo 'esto me parece que es heavy'. Vos ya te ves enterrada y con todos llorándote. Una tragedia", comenzó la periodista sobre el instante en que recibió el diagnósitoc.
Mientras que al referirse al momento en que percibió que algo no andaba bien en su salud, Canosa detalló: "Salí de la ducha, me toqué y sentí un bulto. Era un bulto que se palpaba y no me gustó... Me hice la bolu* por una semana porque el papá de mi hija en ese momento estaba de viaje... pero yo sabía que había un quilombo ahí".
Viviana Canosa habló del momento en que padeció cáncer de mama
Viviana Canosa pudo percatarse del quiste por la ubicación que tienen sus prótesis. "Como yo las tengo detrás del músculo, eso pudo salir. Si no hubiera tenido la prótesis detrás del músculo, capaz que no me hubiera dado cuenta nunca", explicó.
En tanto que sobre cómo enfrentó en aquel momento el adverso momento de salud, Canosa comentó: "El mismo día de la mamografía me hicieron la punción y no sé qué otra cosa. Lo hice todo sola. Cuanto me pusieron fecha de operación, sólo le dije al papá de Martina y a mis padres. Recién se lo conté a todos cuando lo superé. No me gusta que me tengan lástima, no me la tengo yo, imaginate".
Por último, sobre cómo está su salud en el presente, Viviana Canosa remarcó que se encuentra bien y agradeció: "Yo tuve la gran suerte de que la pelota que tenía estaba encapsulada y me la sacaron entera. Limpiaron un poquito alrededor. No necesité rayos ni quimio y ahora sólo quedan los controles que si bien me los hago, no me obsesiono".