Qué pasó entre Nacho y Thiago de Gran Hermano en la noche de Año Nuevo

En el devenir de Gran Hermano brotan diversas situaciones de las relaciones interpersonales, que mutan y se vuelven a configurar. Como en el caso de la amistad muy íntima entre Nacho y Thiago, quienes han demostrado una complicidad muy singular.

A lo largo de las semanas, los dos participantes se manifestaron de diversas maneras un cariño muy sincero, que no solo se remite a un lazo amistoso, dado que también dejaron entrever que existe una conexión distinta, que puede ir un poco más allá.

De hecho, en la etapa de mayor profundidad del noviazgo de Thiago y Daniela, la morocha le expresó con mucho ahínco un ataque de celos notorio, que le preocupaba y hasta le solicitó de manera tajante que disolviera esa confianza.

Lo cierto es que en las últimas semanas, más precisamente en el contexto del festejo de Navidad, el blondo y el nacido en González Catán se juramentaron que en Año Nuevo le darían rienda suelta a esa química y que se trenzarían en un beso.

Durante la tarde del 31 de diciembre, Thiago y Nacho protagonizaron un momento muy peculiar, que aconteció en el jardín y a la vista de todos los habitantes de la casa más famosa de la televisión argentina. Resulta que el ex de Daniela se sentó en el regazo del rubio.

Así de manera imprevista, los dos amigos se dieron un pico, que no pasó desapercibido para los concursantes y sobre todo para los miles y miles de seguidores del reality, que rápidamente saltaron a Twitter para convertir en tendencia ese episodio.

Pero no quedó ahí. En la noche, cuando todos se vistieron iguales, con el blanco y el negro como eje central, se produjo otra circunstancia. Otra vez Thiago sintió un impulso y mientras se producía un brindes generalizado, bajo una atmósfera festiva, se acercó a Nacho.

Sin previo aviso, Medina lo abrazó por el cuello, le clavó una mirada cómplice y se hundió en un beso. De hecho, La Tora, que presenció ese movimiento, vaticinó que podía subir de estadío y que seguramente se vendría un chape más furioso en cualquier momento.