Clausuran conocido bar de Capital y la comunidad artística se organiza en repudio

A partir de reiteradas denuncias de los vecinos, el bar Juglar fue clausurado el miércoles pasado al no cumplir con la normativa vigente contra "ruidos molestos". Ante esta situación, la comunidad artística local decidió organizarse y repudiar el hecho. Esta nueva polémica, que se viene repitiendo con diversos locales en toda la provincia, tiene como foco una ordenanza que está en vigencia desde la década del 70, en la cual los bares solo están habilitados para "espectáculos unipersonales sin amplificar".

Fue el músico Javier Segura quien publicó una carta dirigida al actual Intendente de Capital Rodolfo Suarez para pedirle rever la situación del local en particular y la normativa en general.

"Me dirijo a ustedes en nombre de los ciudadanos autoconvocados ante la clausura y el posible cierre del bar cultural Juglar. Les pido que se informen sobre las valiosas actividades que se realizan en este espacio", comienza diciendo, para luego aclarar: "Nuestra provincia es cuna de talentos en todas las expresiones artísticas, a lo largo de su historia han existido lugares como Juglar donde nacieron obras que hoy se exhiben como patrimonio. Lamentablemente asistimos a un proceso de cierre de estos refugios de la creatividad y las relaciones humanas. Es triste y es inadmisible!".

Desde la Municipalidad de Capital argumentaron a MDZ que la medida se tomó "a partir de las reiteradas denuncias de los vecinos por ruidos molestos se intimó al dueño de local a que cumpla con el rubro por el cual está habilitado. Lo hemos notificado en repetidas oportunidades, llegando finalmente a la clausura como última medida".

Por su parte, Jony Moyano, dueño del local, declaró a MDZ: "Esta ordenanza viene de la época militar. Está claramente caduca. Es necesario cambiarla y generar una nueva normativa. Reconozco la predisposición de la Municipalidad para lograr avanzar en este sentido".

Finalmente, esta mañana, se realizó una reunión entre integrantes de la comunidad artística y la Municipalidad de Capital, junto al dueño del local, para poder avanzar en un cambio en la legislación. La idea es convocar a los distintos protagonistas y hacedores (músicos, empresarios y Estado) para llegar a una solución definitiva.