Natalia Botti, una modelo irresistible

Cada mañana sucede más o menos lo mismo. Empieza muy temprano. Estaciona frente al colegio de su hijo Bautista, en Olivos, con las balizas encendidas.
Te Podría Interesar
Abre la puerta del auto y asoma su zapato izquierdo, taco aguja. La retina de los padres de los chicos retiene ese movimiento en cámara lenta, como ese efecto que en el cine llaman “bullet time” –ese que vimos en Matrix–.
Su belleza justifica la gimnasia visual de los señores que llevan a sus hijos al cole bajo el frío de las ocho. Después acompaña a Bautista hasta la puerta de la escuela y sigue su trayecto, mientras las miradas la siguen hasta que desaparece en el urbano horizonte. “¡Corten!”, diría el director si lo hubiera.
Si querés leer más de esta nota que aparece esta semana en Revista gente, hacé click acá.