Ni emos ni floggers ni cumbieros: todos fueron "Teen Angels"
Los ídolos juveniles se presentaron ante una multitud en el estadio de Andes Talleres. Allí, durante una hora y cuarenta y cinco minutos mostraron canciones y mucho baile apoyados en una gran puesta de luces y sonido. Mirá la galería de fotos.

"Teen Angels" llegó a Mendoza. Y la verdad es que la gente les demostró que los quiere mucho. Catorce mil personas se dieron cita en el estadio abierto de Andes Talleres, que desde hacía años no se mostraba de esa manera.
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Con semejante entorno y mucho pero mucho canto popular, era esperable que el show fuese apasionante, porque era precisamente ese sentimiento el que se palpaba en el ambiente.
A las 21.15 el estadio quedó a oscuras y el griterío tapó todo tipo de sonido. Sobre el imponente escenario montado en el costado oeste del estadio, las luces empezaron a mostrar las figuras de Mar, Thiago, Rama, Tacho y Jazmín y desde ese preciso instante, el coro tribunero se apoderó del lugar.
"Voy por más", "Tan alegre el corazón", "A decir que si", "A ver si pueden" fueron algunos de los tantos hits que pasaron por la noche mendocina y que son parte de la tira diaria "Casi angeles" que fue el germen de este espectáculo.
Vale aclarar que como todo producto surgido de la factoría de Cris Morena, "Teen Angels" no defraudó en vivo. Es más, su puesta en escena es superior a la de varios grupos que lideran la marquesina del rock argentino.
Escenario gigante, luces precisas y contundentes, una pantalla de leds atrapante sobre el fondo del escenario, sonido adecuado y 12 jóvenes artistas que cantaron y bailaron sin parar, no dejaron mucho lugar al análisis de calidad. Por lo pronto, esas catorce mil personas fueron a ver en vivo a sus ídolos de la TV y éstos les devolvieron con creces esa fidelidad.
El "fenómeno Teen Angels" no es nuevo. Es similar a Erreway, Bandana o Mambrú en su momento y también es sabido que en un tiempo habrá que buscar mucho en la memoria para hacerlos presentes.
También es cierto que dentro de algunos años será otro el grupo pop juvenil que se apoderé del amor incondicional de sus fans, pero la verdad es que aquel que pagó $150 por una entrada no se fue mal. La razón es que hubo un buen show (convengamos esta palabra porque si hablamos de recital o concierto ahí si que los chicos van con un menos 10) y todos se fueron felices.
"Teen Angels" pasó por Mendoza y dejó su marca. Durará hasta que el próximo grupo surgido de una serie televisiva lo opaque y lo sumerja en el baúl de los recuerdos. Pero nada de eso les importó a las miles de chicas que deliraron por Thiago, Rama o Tacho.
Anoche, ellas se fueron a dormir felices.
Escenario gigante, luces precisas y contundentes, una pantalla de leds atrapante sobre el fondo del escenario, sonido adecuado y 12 jóvenes artistas que cantaron y bailaron sin parar, no dejaron mucho lugar al análisis de calidad. Por lo pronto, esas catorce mil personas fueron a ver en vivo a sus ídolos de la TV y éstos les devolvieron con creces esa fidelidad.
El "fenómeno Teen Angels" no es nuevo. Es similar a Erreway, Bandana o Mambrú en su momento y también es sabido que en un tiempo habrá que buscar mucho en la memoria para hacerlos presentes.
También es cierto que dentro de algunos años será otro el grupo pop juvenil que se apoderé del amor incondicional de sus fans, pero la verdad es que aquel que pagó $150 por una entrada no se fue mal. La razón es que hubo un buen show (convengamos esta palabra porque si hablamos de recital o concierto ahí si que los chicos van con un menos 10) y todos se fueron felices.
"Teen Angels" pasó por Mendoza y dejó su marca. Durará hasta que el próximo grupo surgido de una serie televisiva lo opaque y lo sumerja en el baúl de los recuerdos. Pero nada de eso les importó a las miles de chicas que deliraron por Thiago, Rama o Tacho.
Anoche, ellas se fueron a dormir felices.