Última noche del Mendo Rock: un gran encuentro de la música
Anoche concluyó la cuarta edición del Mendo Rock, el mayor festival musical del género que se lleva a cabo en nuestra provincia. Y el balance es más que óptimo ya que cerca de quince mil personas pasaron por el teatro griego Gabriela Mistral (que se ve hermoso cuando está lleno y con actividad) nada más que para ver y escuchar a las mejores bandas de rock de la provincia.
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Sin dudas, fue un acierto de las nuevas autoridades de Cultura mantener este evento que viene de la gestión anterior porque es uno de los pocos lugares para la expresión de la cultura rock en Mendoza, donde se puede conseguir un escenario, buen sonido, buenas luces y que traten a los músicos como verdaderos profesionales.
Así, de la mano del siempre efectivo Cristian Gambetta, esta edición brilló por su extrema puntualidad, por la excelente organización y, por sobre todas las cosas, por el notable comportamiento del público, que nunca tuvo un problema, en ninguna de las tres noches.
Sin dudas, la programación de ayer mostraba la parte más dura del rock vernáculo, y los muchachos no desentonaron: Cinical, Rompecabezas y BHS arrancaron los primeros aplausos que se fueron intensificando con Lila, uno de los grupos más prometedores del momento.
Después llegó el turno para La Cofradía de la Flor Solar, esa gran banda que lidera Morcy Requena. Mucho rock, grandes solos de Seba Rivas y Gustavo Meli y muchas ovaciones para un grupo que merece más cartelera.
Chancho Va sacó su chapa y durante veinte minutos arrasó con todo. El power trío se mostró confiado, aceitado, y fue directo al corazón en todos los temas. Sin dudas, una gran banda.
Para el final quedó El Soldado, un grupo de altas influencias ricoteras que se mostró prolijo, con canciones sentidas y que el público disfrutó.
Como sucedió en cada noche, se llevó a cabo un homenaje a Valdo Delgado y Eduardo Pinto, con muchos músicos sobre el escenario cantando “Bienvenido”, un tema escrito especialmente para ellos y que debería ser grabado ya y difundido en todos los medios.
Finalizó un nuevo Mendo Rock y es una pena porque después de tres noches tan buenas, nadie quiere que algo se termine. Así, el panorama musical mendocino se mostró mucho más alentador que en otros años y está bueno saber que el futuro viene bien, con ganas, con músicos que saben lo que quieren.
Pero también estuvo bueno ver y disfrutar de tres noches totalmente en paz, con mucho aguante y agite en el momento justo, con quince mil almas que tuvieron como consigna divertirse. Y lo lograron, dándose cuenta que no todo es tan difícil en esta vida.

