San Sebastián premia a "Mil años de oración"
La cinta del director hongkonés Wayne Wang ganó hoy la Concha de Oro a la mejor película del Festival Internacional de Cine de San Sebastián.
"A thousand years of good prayers" (Mil años de oración) fue la principal triunfadora en el certamen donostiarra, que comenzó el 20 de septiembre y finalizó este sábado, al hacerse también con la Concha de Plata al mejor actor para su protagonista Henry O.
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El presidente del jurado, el escritor estadounidense Paul Auster, fue el encargado de desvelar quienes eran los premiados en una edición cuyo palmarés no supuso ninguna sorpresa.
“Mil años de oración", la cinta triunfadora, relata el viaje del señor Shi (Henry O) para ver a su hija Yilan (Faye Yu), que vive en Estados Unidos y se acaba de divorciar. Este jubilado quiere ayudarle a superar su situación, pero al tratar de averiguar la razón del divorcio, su hija tratará todo el tiempo de evitarlo.
Defraudado, el señor Shi intenta hacer averiguaciones por su cuenta al tiempo que conoce a "Madam", una anciana iraní con la que acabará hablando casi más que con su hija, cada uno en su idioma, ya que ninguno de los dos habla bien inglés.
El premio a la mejor película fue recibido con muchos aplausos por los periodistas presentes en la lectura del acta del jurado y supone una suerte de reconciliación entre Auster y Wang, que llevaban varios años enfadados, después de haber codirigido "Blue in the face" (1995) y que el director de Hong Kong dirigiera "Smoke" con guión de Auster.
La Concha de Plata a la mejor dirección fue, en cambio, para el británico Nick Broomfield por su "Battle for Haditha". Broomfield se hizo con el galardón por su retrato, utilizando actores no profesionales, del incidente ocurrido el 19 de noviembre de 2005 en Irak, cuando tras el ataque a una patrulla estadounidense en Hadiza, en el que murió un "marine", sus compañeros acabaron con la vida de 24 civiles iraquíes, entre ellos mujeres y niños.
Además de Irak, la denuncia de la terrible influencia de la guerra en Afganistán sobre la infancia tuvo su recompensa con el Premio Especial del Jurado para la película "Buda explotó por vergüenza" de la joven directora iraní de 18 años, Hana Makhmalbaf.
En cuanto al cine español, tal y como se esperaba, la actriz española Blanca Portillo se hizo con la Concha de Plata a la mejor interpretación femenina por su papel en la cinta "Siete mesas de billar francés" de Gracia Querejeta.
Portillo se ganó al jurado al dar vida a una mujer que intenta sacar adelante un ruinoso negocio de billar, junto con la hija de su compañero sentimental, que interpreta Maribel Verdú, cuyo nombre también sonaba para el premio a la mejor actriz.
El gran derrotado en este certamen ha sido el director canadiense David Cronenberg, cuya película "Eastern promises", protagonizada por Viggo Mortensen, no se llevó ningún premio, pese a que era una de las favoritas.
Las dos representantes latinoamericanas en la sección oficial a concurso, la argentina "Encarnación" y la uruguaya "Matar a todos", tampoco se llevaron ningún premio, aunque la también uruguaya "El baño del Papa" se alzó con el premio Horizontes, dotado con 35.000 euros.
Días antes, la película guatemalteca "Gasolina", opera prima del joven realizador Julio Hernández Cordón, había ganado el premio "Cine en construcción", que le permitirá abordar la etapa de postproducción de su película.
La 55 edición del Festival Internacional de Cine de San Sebastián se cerrará en la noche del sábado con la gala de entrega de premios en el auditorio Kursaal de San Sebastián.
La Concha de Plata a la mejor dirección fue, en cambio, para el británico Nick Broomfield por su "Battle for Haditha". Broomfield se hizo con el galardón por su retrato, utilizando actores no profesionales, del incidente ocurrido el 19 de noviembre de 2005 en Irak, cuando tras el ataque a una patrulla estadounidense en Hadiza, en el que murió un "marine", sus compañeros acabaron con la vida de 24 civiles iraquíes, entre ellos mujeres y niños.
Además de Irak, la denuncia de la terrible influencia de la guerra en Afganistán sobre la infancia tuvo su recompensa con el Premio Especial del Jurado para la película "Buda explotó por vergüenza" de la joven directora iraní de 18 años, Hana Makhmalbaf.
En cuanto al cine español, tal y como se esperaba, la actriz española Blanca Portillo se hizo con la Concha de Plata a la mejor interpretación femenina por su papel en la cinta "Siete mesas de billar francés" de Gracia Querejeta.
Portillo se ganó al jurado al dar vida a una mujer que intenta sacar adelante un ruinoso negocio de billar, junto con la hija de su compañero sentimental, que interpreta Maribel Verdú, cuyo nombre también sonaba para el premio a la mejor actriz.
El gran derrotado en este certamen ha sido el director canadiense David Cronenberg, cuya película "Eastern promises", protagonizada por Viggo Mortensen, no se llevó ningún premio, pese a que era una de las favoritas.
Las dos representantes latinoamericanas en la sección oficial a concurso, la argentina "Encarnación" y la uruguaya "Matar a todos", tampoco se llevaron ningún premio, aunque la también uruguaya "El baño del Papa" se alzó con el premio Horizontes, dotado con 35.000 euros.
Días antes, la película guatemalteca "Gasolina", opera prima del joven realizador Julio Hernández Cordón, había ganado el premio "Cine en construcción", que le permitirá abordar la etapa de postproducción de su película.
La 55 edición del Festival Internacional de Cine de San Sebastián se cerrará en la noche del sábado con la gala de entrega de premios en el auditorio Kursaal de San Sebastián.