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The Killers y Travis hicieron vibrar Buenos Aires

Unas 18 mil personas disfrutaron del delicado pop inglés de Travis y del pop ochentoso de los estadounidenses Killers, en el marco del Festival Yeah!. Además, incluyó a los escoceses de Starsailor, todo este espectáculo se pudo apreciar en el estadio de Vélez en la provincia de Buenos Aires.
The killiers en el Festival Yeah!.
The killiers en el Festival Yeah!.
Unas 18 mil personas disfrutaron -este viernes- del delicado pop inglés de Travis y del pop ochentoso de los estadounidenses Killers, en el marco del Festival Yeah!, que incluyo a los escoceses de Starsailor y que tuvo como escenario el estadio de Vélez.

Los Travis, de la misma generación que Coldplay, tienen una carrera que incluye 5 discos, muy elogiados por la crítica y con buenas ventas, y buscan volver a la primera línea tras un parate obligado por un accidente que sufrió su baterista Neil Primrose.

Los Killers, en cambio, tienen dos discos editados y forman parte de la nueva camada de grupos estadounidenses de pop, que tuvieron un rápido despegue.

El evento quizás hubiera quedado mejor en un estadio más chico, ya que Vélez pareció inmenso, en especial para los Starsailor que comenzaron sus show a las 20, cuando en el estadio apenas había 3.000 personas.

La agrupación liderada por el cantante y guitarrista James Walsh junto a James Stelfox (bajo), Ben Byrne (batería) y Barry Westhead (teclados), mostró su pop guitarrero muy a la inglesa.

Con muy buena actitud y predisposición, Walsh mostró una muy buena voz e interesantes arreglos en tono melancólico en canciones como "Alcoholic" y "Poor Misguided fool" de su primer disco "Love is here" (2001).

Los 45 minutos del show de estos ingleses concluyeron con "Silence is easy", una hermosa canción a la que Walsh le agregó el estribillo de "Dancing Queen", el clásico de Abba.

El cierre fue con "4 to the Floor", el hit de la banda, que incluyó un final discotequero, con los miles de espectadores bailando, y el grupo agradeciendo la buena onda.

40 minutos después subió a escena Travis, uno de los mejores exponentes del brit-pop, herederos de Oasis, Radiohead y Blur, y contemporáneos de los Coldplay.

A lo largo de 5 discos, el grupo integrado por Francis Healy en guitarra y voz; Andrew Dunlop, en guitarra; Douglas Payne en bajo y coros y Neil Primrose en batería, cosechó muy buenas ventas y críticas.

Muy simpáticos y con buena actitud, los Travis entraron bajo la música de "Rocky", vestidos con coloridas batas de boxeador y debajo camisetas de la selección argentina.

Pero Healy lucio todo el show una remera que rezaba "Arte, Música, Dulce de Leche", en castellano, y eso sumado a la notable propuesta musical que lidera conquisto los corazones.

Travis lleva en sus genes el ADN del mejor pop inglés, bien arreglado, con muy buenas melodías y armonías vocales, elegante y con un buen trabajo.

El público se entregó y al tercer tema ya cantaba el "Ole, Ole, Travis, Travis" que Healy convirtió en una melodía medio country.

"Love Will come trough" y "As you are" son hermosas baladas en las que la voz de Healy lució impecable y el sonido permitió oír toda la paleta de colores de su garganta, apoyado en la acústica de 12 cuerdas que usó en gran parte del show.

Acompañado por la buena labor de Andy Dunlop en la guitarra, en canciones como "Pipe Dreams" y "Beautiful Occupation", Healy se permitió también acidas e irónicas miradas, al mejor estilo inglés, sobre la sociedad británica.

La hermosa balada "Closer" fue cantada por todo el estadio, al igual que "Sing", uno de los grandes hits de Travis, allá por el año 2001.

Para el bis, todos volvieron con la remera de la selección local y juntos en el centro del escenario cantaron "Flowers in the window", solo con la guitarra de Healy, que volvió a mostrar su humildad, agradeciendo la respuesta de la gente.

El cierre fue con "Por qué llueve siempre sobre mí", una hermosa canción, que se convirtió en la nave insignia de los Travis en sus años en el under inglés.

Luego, el escenario se cubrió de neón para recibir a los Killers, el grupo integrado por el tecladista y cantante Brandon Flowers, el guitarrista Dave Keuning; el bajista Mark Stoermer y el baterista Ronnie Vanucci.

El grupo de Las vegas suena inevitablemente a bandas de los 80 como los Devo, Blondie, Duran Duran, A-HA y otros grupos similares de la new wave.

El sonido esta sobrecargado de colchones de teclados, aunque el baterista Vanucci y el bajista Stoermer tienen un rol clave.

Flowers tiene muy buena voz, y la banda acompaña su desempeño histriónico, hiperkinetico y hasta veces histérico.

Canciones como "Sam’s Town", "When you where young" y "Bones", le permitieron a los Killers justificar la enorme atención que han concentrado en el desde su debuto con el disco "Hot Fuss" (2004).

Así fueron pasando el hit "Somebody Told me", "Smile" y "Jenny" y "Read my mind".

El cierre del núcleo del show fue con "Mr. Brightside" que tiene una base muy bailable, pero que constituye el robo del siglo a Blondie, y uno de sus éxitos seminales.

El final del show fue para " For Reasons Unknown", muy celebrado, aunque el show fue corte de apenas una hora y dejo a la gente con ganas de más.

Para valorar el emprendimiento de traer a bandas que están en el centro de la escena rockera mundial, aunque podrían haber estado acompañados por bandas argentinas que le hubieran dado un marco mayor de público que el que se reunió este viernes.