Sexo

El chip sexual: de qué se trata

Elegido por personalidades del espectáculo y del deporte, el chip de testosterona, más conocido como el “chip sexual” o “Rejuchip”, está en boca de todos. La Prof. Dra. Andrea Miranda, directora médica de la Sociedad Argentina de Estética y Nutrición Integral (SAENI), explica de qué se trata. ¿Es para cualquiera? ¿Cómo se aplica? ¿Cuáles son sus efectos y cuánto tiempo dura? La experta en el tema despeja todas las dudas acerca de esta técnica.

sábado, 2 de febrero de 2019 · 09:00 hs

Apenas del tamaño de un arroz, el chip de testosterona se coloca con anestesia local debajo de la piel, por lo que es imperceptible. “Definitivamente, es tendencia a nivel mundial y crece cada vez más. Lo noto en las consultas de la clínica así como en los médicos que se acercan para capacitarse en estos procedimientos por la demanda de sus propios pacientes”, declara Miranda.

La especialista en medicina estética explica que este pellet subdérmico mejora el rendimiento en general. “Libera gradualmente dosis de testosterona para generar sus efectos: aumento de energía física y mental, mejora de la libido y la satisfacción sexual. Los pacientes refieren una sensación constante de bienestar”.

Tanto hombres como mujeres pueden gozar de sus beneficios. “La diferencia radica en los miligramos que utilizamos, en ellos aplicamos un poco más, siempre en relación a la actividad física que realicen, peso y demás factores que se evalúan previamente”. Este procedimiento médico es también recomendado para mujeres en etapa menopáusica y premenopáusica. “Alivia los sofocos, mejora la pared vaginal, aumenta la densidad ósea, mejora el sueño y, en general, aporta enormemente al equilibrio hormonal. Además, si se lo acompaña de actividad física, ayuda a modelar el cuerpo”, dice la doctora.

La popularidad de este tratamiento también se debe a su practicidad y confort: es no invasivo, su colocación no tarda más de 15 minutos y permite volver a las actividades habituales en el mismo día. “Los efectos comienzan a aparecer dentro de las dos primeras semanas. Duran alrededor de seis meses, en algunas personas hasta ocho, lapso en que se puede volver a colocar un nuevo pellet”, explica, para finalizar, Andrea Miranda.