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Soledad Nardelli: 'Soy una food lover que se enamoró de Mendoza”

La chef asesora de Club Tapiz nos muestra su lado más íntimo con la cocina y los detalles de su romance con nuestra provincia.

lunes, 24 de junio de 2019 · 09:00 hs

Soledad Nardelli es de Buenos Aires, allí realizó sus estudios, y pasó por diferentes restaurantes y hoteles para completar su formación. Luego viajó a España y Francia estudiando y trabajando. También ha sido docente en carreras gastronómicas. Durante varios años fue la chef ejecutiva del multipremiado restaurante Chila. Actualmente se reparte entre Argentina y España, y asesora al restaurante del hotel boutique Club Tapiz ubicado en Maipú desde hace aproximadamente 3 años.

Fotografía: Marino Maurizi

Food Lovers -¿Sos una food lover? 

Soledad Nardelli – Definitivamente. Y en especial ahora que me enamoré de Mendoza.

FL-¿Cómo fue que llegaste a Mendoza a asesorar a Club Tapiz?

SN –Recibí un par de mails por parte de la propietaria, Patricia Ortiz, y luego la visita del enólogo al restaurante en el que trabajaba en ese momento. En realidad nunca había trabajado para una bodega. Desde que cocino tenía una conexión con el mundo del vino muy simple: tomo vino, puedo decir me gusta o no me gusta, tengo conocimientos básicos como cepas, zonas vitivinícolas, bodegas, pero siempre pensé que era demasiado amplio como para meterme y abarcarlo todo, por eso me concentré más en la cocina. Cuando Patricia me contactó, pensé que era para incorporar los vinos en mi restaurante. Al final nos juntamos y me dijo que quería darle excelencia al espacio gastronómico. Acordamos que yo viajaba a conocer el lugar, quería ver qué me pasaba. Recorrí las fincas, y sentí que era un lugar que me daba muchos recursos para poder trabajar. En cada finca hay productos que puedo utilizar en la cocina. Cuando lo conocí me enamoré. La naturaleza me cautivó. Ahí nomás reestructuramos la cocina, el salón, los fuegos, algo más funcional.

FL -¿Lo pensaste mucho o ahí nomás agarraste viaje?

SN – Soy atrevida y tomo desafíos a pura intuición. No lo pienso mucho. Fue muy rápida la decisión.

FL -¿Cuál fue el mayor desafío?

SN – Tomé la cocina con un grupo de gente que yo no conocía ni yo había elegido. Hubo en principio seis meses de pensar, muy intenso, de viajar mucho. Sí o sí necesitábamos a un jefe de cocina, que yo elegí y contraté. Actualmente el jefe de cocina es Saúl Sulaiman.

Y otro desafío fue aprovechar la cantidad de hectáreas y fincas con sus productos. Yo veía que en la propuesta que había de cocina no se aprovechaba la huerta, todo lo que hay alrededor. Vengo de trabajar en Buenos Aires, tan diferente, con poco espacio, y pasar a vivir en este entorno con menta, lavanda y demás hierbas alrededor… maravilloso.

FL -¿El menú es estacional?

SN – La carta es estacional y nos la va determinando la huerta. Cambia seguido. Nos ayuda Carlos, el Ingeniero Agrónomo, hay mucho trabajo responsable y pensado. La carta es simple, corta, acotada y honesta.

FL -¿Y todo lo que no te da la huerta cómo lo conseguís?

SN – Hicimos un análisis de proveedores que ya habían, y estudiamos bien a qué otros incorporar, la idea es que sean locales y cercanos. 

FL -¿Cómo es trabajar en Mendoza?

SN – Estoy encantada. La vista desde la cocina es hermosa, veo las viñas. Me fui enamorando del lugar, de la gente. Había venido antes, pero Mendoza no era una de las provincias que más visito como Córdoba o el norte. Estoy muy contenta de trabajar con un excelente equipo. Se me pasan volando los días que vengo.

FL -¿Es tu único proyecto en el interior?

SN – Sí, no podría más. Nunca pensé que iba a poder incluir más restaurantes pero se puede.

FL -Cuando fuiste chef de Chila, el restaurante ingresó en la famosa lista de los "50 Best" de Latinoamérica  ¿Los premios te generan presión?

SN – Los premios no. Mantener estándares de calidad sí. No te podés dormir. Es dar un poquito más todos los días, y eso desgasta. Pero es divertido estar todo el tiempo craneando cómo mejorar e innovar.

Fotografía: Marino Maurizi

FL -¿Cómo surgió tu pasión por la cocina?

SN – Somos de Don Torcuato, en las afueras de Buenos Aires, somos cuatro hermanos. En mi casa cocinaba mi viejo, sobre todos los fines de semana. Mi mamá no tocaba una cacerola. Mis viejos, ambos laburantes. Una señora santiagueña nos cuidaba y nos cocinaba, Mirta, hacía platos tradicionales como empanadas, locro, pan de carne… me encantaban. No tengo una historia de padres cocineros. De chica hacía cosas de pastelería como tortas o cuadraditos. De la cocina salada no hacía nada. Empecé a cocinar cuando empecé a estudiar cocina. Mi vínculo con la cocina está más dado por lo que pasa alrededor de la mesa que por otra cosa. Somos 4 hermanos, muy seguidos, todos los fines de semana había gente en casa, y el hecho de sentarnos a compartir era hermoso. Eso me emocionaba. Seguimos repitiendo esas juntadas enormes.

FL -¿Te acordás de algún plato preferido?

SN – Mi viejo hacía unos spaghettis con una salsa de puerro y jamón que estaban buenísimos. Tenemos un nogal de nueces de Pecán y con mi viejo hacíamos budín de nuez con oporto. Recuerdo que los domingos me levantaba antes para ir con mi papá a hacer las compras al carnicero, al verdulero… y desayunar con él. Un programón era.

FL -¿En tu tiempo libre ¿preferís salir a comer o quedarte en casa?

SN -Las dos cosas. Disfruto la vida intensamente.

FL - ¿Con qué frecuencia cocinas en casa? ¿Especialidad?

SN – Poco. Dos veces por semana. El desayuno es religioso. Me encanta levantarme temprano, desayunar café con leche con canela, juguito de naranja, tostadas… Históricamente no almuerzo. Lo fuerte es la cena. Suelo tener productos para picar algo sano: un buen queso, frutas, verduras, un rico pan integral…

FL - ¿Qué alimentos no pueden faltar en tu cocina?

SN – Vino, aceite de oliva, chocolate amargo...

FL - ¿Y un utensilio?

SN – Un buen cuchillo

FL - ¿Cuál es tu destino gastronómico favorito en el mundo?

SN – Cada vez se me complica más…  cada vez son más lugares. Soy de mente abierta, y puedo disfrutar y comer bien en pequeños lugares, en barcitos, fondas. Hay muchos lugares que son grandes destinos gastronómicos, no podría decirte uno.

FL - ¿Cuál es tu restaurante favorito en el mundo?

SN – En París, en Atelier de Robouchon… Fue un sueño. Fue muy emocionante. Y el restaurante de Michel Bras también.

FL - ¿Tu restaurante favorito en Mendoza?

SN – Fuente & Fonda.

FL - ¿Qué comprás cuando viajás?

SN – Algo típico hecho por algún artesano o productor. Algo de bazar… una cucharita, un cuchillo. Y un imán del lugar. En la heladera los colecciono. Me gusta verlo y acordarme.

FL - ¿Qué concejo le darías a nuestros lectores “food lovers”?

SN – Que vengan a comer. Tiene una muy buena relación precio-calidad. Actualmente tenemos un menú que consta de seis entradas, cinco principales y cinco postres, el público puede elegir uno de cada grupo y disfrutar de un menú de tres pasos, y luego optar por diferentes maridajes de vino,

Por Alicia Sisteró

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