El restaurante está ubicado en el barrio de Recoleta, y su chef se llama Daniele Pinna, es de Cerdeña, pero vive en Argentina hace varios años.

El espacio está decorado con estanterías colmadas de productos, un bar ampliamente surtido, luz tenue, e imágenes antiguas que remiten a Italia. El servicio es cálido, amable y con mozos al estilo “tradicional”, de los que no fallan (o casi nunca lo hacen). Su clientela es variada: familias, jóvenes y gente mayor. Todos estos componentes resultan en un ambiente cálido, alegre y bullicioso, que seguramente se parece bastante a una genuina posada italiana (locanda significa posada en italiano).

Qué se puede comer en La Locanda

La carta ofrece gran variedad de productos para diferentes gustos. Carnes de res, aves, mariscos, pastas y guarniciones.

Para "antipasti" por ejemplo se puede pedir un carpaccio di salumieri (finas láminas de carne curada con parmesano y alcaparras), tartare di scala (lechón con eneldo), tartare de sacala (cordero flambeado), o pulpo alla plastra (al disco con papines). La lista de quesos y fiambres es amplia: pecorino romano, parmigiano regiano, gorgonzola, mortadela con pistacchi, o chorizo cular ibérico)

Como principales, entre otras opciones, hay risotto, carnes a la parrilla y pastas frescas, como fettuccine La Locanda (con mascarpone y aceite de trufas blancas), gnoquetto alla plastra (ñoquis de salchicha de cerdo) o Agnolotti del plin (raviol relleno de osobuco braseado). Los "dolci" son todos muy tentadores: panna cotta de naranja y jengibre, frola de peras, torta de ricota con cereza, o una amplísima lista de helados (de chocolate y peperoncino, higos al cognac, cerezas amargas italianas, y sigue la lista).

La carta de vinos es extensa, y los “wine lovers” seguramente encontrarán algo que satisfaga su gusto, sobre todo en gama media y alta.

Lo que comimos y bebimos

Mientras esperábamos nos trajeron unas bruschettas de tomate, y una sorprendente panera (con un muy buen oliva a mano) para picar algo antes de empezar con las entradas.

Las entradas fueron una tabla de Prosciutto di Parma ($650*) con rúcula, y unos langostinos a la putanesca ($650*), con alcaparras, peperoncino, aceitunas, tomate y ajo.

El principal: unos “Cacio e Pepe”, una pasta típica romana cuyos ingredientes principales además de los spaghettis son queso Pecorino (queso de oveja cuyo origen es Cerdeña) y pimienta negra. Es una receta muy simple, pero el modo tradicional para prepararlos es directamente sobre la horma de queso, la cual actúa como contenedor y se derrite con el calor de la pasta. ($880*)

El postre: la famosa mousse de chocolate exclusiva de La Locanda (aprox. $250*), con oliva, sal marina molida bastante gruesa y pimienta, que el camarero (o a veces el chef) termina de prepararla en la mesa frente al comensal.

También pedimos unos cannoli siciliani ($200*) elaborado con masa de cacao, café y marsala, rellena de ricota de oveja y frutas.

Acompañamos la comida con un malbec Finca La Escuela de Altamira.

¿A dónde encontrar una buena cocina italiana, abundante, sabrosa y con productos de altísima calidad? En La Locanda, en Recoleta.

La Locanda Ristorante

. Dirección: José León Pagano 2697, Recoleta, Buenos Aires.

. Tel: 011 4806-6343

. Días y horarios: martes a sábado de 20 a 0 hs, viernes a domingo 12 a 16 hs

. Precios: $2.000* aproximadamente por persona con entrada, principal, postre y bebidas.

. Medios de pago: efectivo y tarjetas

. Alimentación especial: opciones para celíacos y vegetarianos

. Espacios: salón y mesas al aire libre

. Ambiente climatizado

* Precios agosto 2019

Los restaurantes, bares y demás negocios gastronómicos no pagan por aparecer en la sección “Recomendados” de Food Lovers. Esta reseña fue realizada por la periodista Alicia Sisteró, editora de Food Lovers, quien fue invitada por los propietarios.