¿Hay algo mejor que un pancito tibio, crocante por fuera y húmedo por dentro? Sí, que tenga queso, que se haga rápido y que no te pida una lista de ingredientes eterna. El cheese mochi bread es una receta japonesa que no solo te saca del apuro, sino que todos te van a pedir más después de probarlo. El truco está en usar harina de arroz glutinoso, la misma que se usa para hacer mochi, y eso le da esa textura elástica y adictiva al pan.
Ingredientes (rinde 10-12 pancitos):
- 1 taza de harina de arroz glutinoso (la encontrás en dietéticas o mercados asiáticos)
- 1/2 taza de queso rallado
- 1/2 taza de leche (puede ser vegetal también)
- 2 cucharadas de manteca derretida
- 1 huevo
- 1/2 cucharadita de sal
- 1/4 cucharadita de polvo de hornear
Paso a paso:
- En un bowl, mezclás el huevo con la leche y la manteca derretida.
- Sumás la harina de arroz, la sal y el polvo de hornear. Mezclás hasta que quede una masa pegajosa.
- Incorporás el queso. Podés usar uno solo o mezclar dos tipos: uno fuerte como parmesano y otro más derretible como mozzarella.
- Con las manos húmedas, hacés bolitas del tamaño de una nuez.
- Las ponés en una bandeja con papel manteca. Al horno precalentado, 180°C, unos 20 minutos.
Vas a ver cómo se inflan y doran. Salen calentitos, crocantes por fuera, con ese centro de queso que te explota en la boca. Al otro día los podés calentar en sartén o tostadora. Esta receta es que no lleva gluten, se puede hacer sin lactosa, y si le sumás romero picado o un toque de ajo en polvo, lo llevás a otro nivel.