Un estudio reveló el grave impacto de la pandemia en Argentina en los niños con parálisis cerebral

La pandemia del COVID-19 afectó a muchas personas de diferentes maneras, pero tuvo un impacto particular en niños y adolescentes con parálisis cerebral. El aislamiento y las restricciones afectaron no solo la salud clínica de este grupo, sino también su bienestar emocional y social.

Aunque nos afectó a todos, las medidas de confinamiento fueron especialmente difíciles para estos niños. Muchos de ellos quedaron privados de espacios escolares y sociales, y también se les limitó el acceso a terapias de rehabilitación. Esto generó un impacto en su salud emocional y vinculación social, según el estudio realizado por la Facultad de Ciencias Médicas de la UNC y el Centro de Investigaciones y Estudios sobre Cultura y Sociedad (CIECS) del CONICET.

Sus resultados mostraron que el encierro tuvo un efecto negativo en aspectos como el bienestar emocional, las relaciones con pares y el entorno escolar. Las personas a cargo del cuidado de estos niños notaron un deterioro en sus vínculos sociales y la interrupción de terapias convencionales. Sin embargo, también se observó un aumento en la valoración de la autoatención, es decir, el cuidado brindado por las propias familias.

Esa autoatención, aunque positiva, tiene sus contras. Las tareas de cuidado recaen principalmente en mujeres, lo que puede generar una carga adicional para las madres y cuidadoras. A pesar de esto, el confinamiento permitió a las familias compartir más tiempo juntas y encontrar soluciones creativas para los cuidados.

El estudio enfatizó la importancia de abordar la parálisis cerebral desde una perspectiva integral, considerando no solo la salud clínica, sino también las dimensiones emocionales y sociales. Los indicadores de calidad de vida relacionada con la salud (CVRS) permiten obtener información valiosa para mejorar el bienestar de estos niños y adolescentes.

Los investigadores sugieren que estos estudios pueden ser utilizados para desarrollar políticas de salud que aborden las necesidades específicas de estos niños y sus familias. El bienestar emocional y social es tan importante como el físico, y es necesario implementar medidas que apoyen a esta población vulnerable.

El impacto de la pandemia en chicos y chicas con parálisis cerebral fue significativo, pero también reveló el valor de la autoatención y la importancia de las relaciones familiares. Comprender estas dinámicas puede ayudar a desarrollar mejores estrategias para apoyar a las familias y mejorar el bienestar emocional y social de estos niños y adolescentes.