Cómo es el increíble método de cinco minutos diarios que previene enfermedades

El mundo en el que vivimos nos exige estar 24/7 pendientes a nuestras actividades, y más cuando no solo se tiene un trabajo, por lo que el día se hace corto incluso para tener un descanso adecuado, ni hablar para ejercitar nuestro cuerpo. En estos tiempos en el que el sedentarismo alcanzó números altísimos, contamos cómo es el increíble método de cinco minutos diarios que previene enfermedades. 

Según recomiendan los organismos internacionales abocados a los temas de salud, 150 minutos de actividad física a la semana, con dos sesiones de fuerza adicionales, es la cantidad mínima de tiempo que una persona debería dedicarse para prevenir las consecuencias de una vida que solo va de casa al trabajo, si es que no se hace home office. Esto se vuelve cada vez más difícil de cumplir.

Esta cantidad de ejercicio, junto con una dieta balanceada, traen grandes beneficios para el cuerpo, para la funcionalidad de todos y cada uno de los órganos, músculos y hasta en nuestro estado de ánimo. Pero recientes estudios hay encontrado la manera de cuidar de nuestro organismo con una sesión de entrenamiento un tanto condensada.

La Universidad de Sidney lleva cierto tiempo intentando popularizar las bondades del método VILPA (Vigorous Intermittent Lifestyle Physical Activity o actividad física vigorosa intermitente de estilo de vida), en el que dedicando poco tiempo y de manera sencilla se puede mejorar nuestra salud de muchas maneras. Su finalidad trata que nos movamos más, pero que nos centremos en el esfuerzo y en la intensidad en vez de hacerlo en la cantidad de minutos.

De hecho, el catedrático de Actividad Física, Estilo de Vida y Salud de la Población del Centro Charles Perkins, en Australia, Emmanuel Stamatakis, lideró otro trabajo a mediados de 2023, que certificó que tan sólo cuatro o cinco minutos de actividad física vigorosa intermitente o VILPA, como las tareas domésticas enérgicas, llevar la bolsa pesada de las compras en el supermercado, caminar rápidamente o jugar con niños con mucha energía, se asociaron a un riesgo sustancialmente menor de padecer cáncer.

“Sabemos que la mayoría de las personas de mediana edad no hace ejercicio con regularidad, lo que expone a un mayor riesgo de cáncer, pero resulta sorprendente comprobar que aumentar la intensidad de las tareas cotidianas durante tan sólo cuatro o cinco minutos al día, en breves periodos de un minuto cada una, está relacionado con una reducción general del riesgo de cáncer de hasta el 18%, y de hasta el 32% en los tipos de cáncer relacionados con la actividad física”, detalló.

Y no solo eso, sino que esos cinco minutos de esta actividad moderada o vigorosa es el que más beneficios aporta a la salud cardiaca, según también concluyó Stamatakis. Así que hay que prestarle atención a toda nuestra actividad y ponerle un poco de onda a esas pequeñas acciones que, tal vez si se le imbuye un poco de intensidad, puedan ayudarnos a combatir las desventajas de llevar una vida sedentaria.