Cómo el fracaso nos hace más creativos
Hoy se valora el éxito y se desprecia el error, pero comenzar a apreciar las fallas podría ser un maravilloso atajo para despertar la creatividad<br>
Diseñar y seguir el plan, alcanzar la experticia y la especialización, crear estrategias que controlen el futuro y seguir fórmulas para alcanzar el éxito. Estos parecen ser los nuevos mandamientos para alcanzar metas y triunfar. Responden a nuestra necesidad de crear patrones y hábitos que nos den la sensación de controlar el mundo. Sin embargo, cada vez más sentimos la incertidumbre: desde la “liquidez” (para usar el término del sociólogo Zigmunt Bauman) en nuestras relaciones; pasando por la flexibilidad de los empleos; siguiendo con la inestabilidad del péndulo político; hasta eventos más dramáticos como la confrontación nuclear o el cambio climático.
La primera respuesta frente a lo desconocido es aferrarse a lo conocido, reforzar la tradición y buscar por todos los medios eliminar lo nuevo. Así aparecen fórmulas como: “Soy un experto, he hecho esto por años, probemos la fórmula que nos dio resultados años atrás, eliminemos esta circunstancia y así recuperaremos la paz del pasado”. Estas maneras de pensar basadas en el miedo ahogan la creatividad, buscan salvar a costa las ideas viejas y niegan la posibilidad de amplificar la experiencia.
La característica del aprendiz es siempre la consciencia de su inexperiencia, su búsqueda de una perspectiva más amplia
Si bien es cierto que la planificación y la experiencia juegan un papel esencial en la construcción de nuestra experiencia individual y colectiva, también es cierto que sólo son una cara de la moneda. La experticia, la especialización y la autoridad en exceso tienden a marchitar el instinto y la creatividad. A veces se alude a los “años de experiencia” como argumento de superioridad, cuando en realidad se ha estado repitiendo el mismo año muchas veces. Para que la experiencia sea pertinente, durable y conserve su frescura requiere de la innovación, de un diálogo constante entre la tradición y la novedad.
De esta conversación surge el aprendizaje continuo, que tiene como secreto espíritu la liberación de la expectativa. La característica del aprendiz es siempre la consciencia de su inexperiencia, su búsqueda de una perspectiva más amplia, su curiosidad por el mundo y su incansable capacidad de asombro. Platón, en la Apología de Sócrates, pone en boca de su Maestro la siguiente frase: “Este hombre, por una parte, cree que sabe algo, mientras que no sabe [nada]. Por otra parte, yo, que igualmente no sé [nada], tampoco creo [saber algo]”. En este aparte, Sócrates no está diciendo que no sabe nada, sólo está asumiendo la incertidumbre de su conocimiento. Esta postura sobre el saber, también es una posición frente a la existencia, pues implica una actitud para revisar los puntos de vista, evitar la estrechez de opinión y ampliar la visión.

La decisión de evitar atarse a las ideas, puede llevarse más allá y llegar hasta el punto de buscar el desapego al fruto de las acciones. Esta visión se puede encontrar en uno de los textos emblemático del pensamiento oriental, el Bhagavad Gita (Canto del Señor): “¡Quien dedica todas sus acciones al Brahman [Señor] realizándolas sin apego nunca será manchado, de la misma manera como las hojas del loto no se mojan con el agua! […] Quien es equilibrado y ha renunciado a buscar las recompensas por su actividad obtiene la paz perfecta”.
Independiente del lenguaje de obras con más de dos milenios de antigüedad, el mensaje esencial de evitar la tendencia a aferrarnos a lo conocido y a los frutos de la acción son claves para la liberación de nuestro potencial creativo. Para quienes consideran lo filosófico o lo proveniente de otras culturas curiosidades del pasado, podemos establecer un paralelismo entre estas ideas y la visión de Astro Teller, CEO de X Development (anteriormente Google X).
Buscamos el sentido de perfección, pero a la vez cultivamos el espíritu de aprendices
X Development, hasta 2015 la división más innovadora de Google, es una empresa que busca “Crear nuevas tecnologías radicales para resolver algunos de los problemas más desafiantes del mundo”. Esta división ha investigado y producido gafas de realidad aumentada, autos autónomos, globos que buscan ofrecer internet en los lugares más remotos o vehículos aéreos personales, entre otros. Según Astro Teller, la cultura de trabajo de X Development tiene dos pilares. El primero, la ecuación entre: Grandes Problemas, Resueltos por Soluciones Radicales, mediante el Uso de Tecnología. En otros términos, pensar los grandes desafíos de la humanidad, imaginar respuestas definitivas y emplear la innovación tecnológica para este fin. El segundo pilar, esencial para nuestro despertar creativo, es la dedicación a: “Romper cosas y fracasar”. Según narra este experto en inteligencia artificial, en X Development se premia en igual medida el entusiasmo de crear y el ingenio para hacer fracasar las creaciones. Esta postura que suena contraintuitiva para quien busca conservar sus creaciones tiene varias ventajas: (1) reduce el tiempo de retroalimentación entre una idea y su funcionalidad, (2) estimula la propuesta de soluciones, (3) valora el espíritu de diálogo y creación colectiva y (4) sitúa la crítica en un escenario de recreación y no de destrucción.

Pequeñas grandes ideas para abrazar el fracaso
La lección de esta perspectiva creativa es: buscamos el sentido de perfección, pero a la vez cultivamos el espíritu de aprendices. Para ello existe una actitud definida por Astro Teller como: “Abrazar el Fracaso”. Las siguientes tres pequeñas ideas para explorar esta clave esencial del potencial creativo:
1. Comenzar a reconocer que pese al exceso de planeación y control, será imposible prever con exactitud los resultados de la vida y los proyectos. La planeación seguirá siendo importante, pero una apertura a las posibilidades será clave para el crecimiento de la creación y el aprendizaje.
2. Durante el proceso creativo trabajar en la intención, la fluidez del proceso y el sentimiento de libertad. Identificar la crítica y la expectativa de éxito como enemigos del proceso creador y mantenerlos al margen.
3. Imprimir aire fresco en las ideas y en la existencia. Dedicar un día a trabajar en algo valioso, alimentar la curiosidad, exponerse a la belleza, hacer algo que desafíe nuestros hábitos o hablar con personas diferentes.
Mendoza, Curso: "Despertar la Libertad Creativa”
Facilitadores: Ishwara (Conferencista internacional y Director de Proyectos de la New Future Society) y Loly Marziani (Publicista y Director de la Revista Soy de Chacras). Del 2 de octubre al 25 de octubre, en la Universidad del Aconcagua.
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