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¿Cómo llevar adelante una dieta vegetariana sin correr riesgos de alimentarnos mal?

Las dietas vegetarianas son una de las formas de alimentación más saludables que podemos encontrar. Pero como toda dieta, tiene sus recaudos para no desembocar en un mal estado de salud y sobrepeso.

miércoles, 10 de abril de 2019 · 10:00 hs

Hay una inclinación cada vez mayor en el mundo hacia la alimentación vegetariana en sus diversas formas (vegetarianos estrictos, veganos, ovolactovegetarianos, naturistas, etc.) es por eso que debemos adaptarnos (tanto el mercado alimenticio como las personas) a ciertas necesidades que la dieta sin carnes requiere para no tener consecuencias negativas en nuestra salud.

El primer error es basar la alimentación diaria en harinas y arroz, en realidad cualquier alimento con altos contenidos de hidratos de carbono. Es decir, reemplazar lo que antes era carne en nuestro plato por una porción de pizza, fideos, arroz. Sucede que se busca una sensación de saciedad y por eso las harinas suelen ser lo más rápido y fácil de agregar a nuestra comida para lograr ese cometido.

Pero en realidad la buena alimentación no se consigue a través de la sensación de saciedad en ningún plan alimenticio. Para la licenciada en nutrición Lourdes Muñoz, para que una alimentación vegetariana sea de calidad “hay que ser responsables y estar bien informados” acerca de lo que consumimos y por qué lo estamos consumiendo.

Para que una alimentación vegetariana sea de calidad hay que ser responsables y estar bien informados.

A la hora de reemplazar los beneficios de la carne y sus derivados en nuestra salud, la nutricionista recomienda: “Existen los reemplazos de las carnes, pero sobre todo existe la manera de reemplazar los nutrientes que aportan esos alimentos de origen animal por otros de origen vegetal. Por ejemplo: con el seitán, el tofu, el tempéh, la PVT (proteína vegetal texturizada) y además combinando a lo largo del día proteínas de lentejas y arroz, lentejas y queso, milanesas de soja rebozadas con pan integral. Es decir, combinando proteínas de legumbres y cereales o de legumbres y lácteos o de cereales y huevo, etc. Además de contar con una amplia variedad de color, dado por las frutas y las verduras, asegurando el aporte de vitaminas, minerales y fibra. No hay que olvidarse tampoco de las frutas secas, las semillas y los cereales integrales.”

Otro dato de vital importancia, y no sólo para la alimentación vegetariana, es el hecho de realizar actividad física para complementarla con nuestra dieta. “Quien decide elegir el camino del vegetarianismo va a buscar también el de la actividad física, ya que ambos llevarán a un estilo de vida saludable. Si la alimentación contiene todos los nutrientes, los hidratos de carbono no se están consumiendo en exceso al igual que las grasas, y se realiza ejercicio de manera regular, no hay de qué preocuparse. Si no es así, hay que buscar ayuda con un profesional y ocuparse de que esa decisión sea llevada a cabo de la manera más responsable posible”, explica la licenciada.

Quien decide elegir el camino del vegetarianismo va a buscar también el de la actividad física, ya que ambos llevarán a un estilo de vida saludable.

En fin, cualquier tipo de alimentación requiere responsabilidad y consciencia acerca de lo que consumimos. Todas las dietas vegetarianas no escapan a esta norma y si son llevadas adelante en la forma adecuada traen grandes beneficios a nuestra salud como menores riesgos cardiovasculares, más energía y cuidado del medioambiente, entre otros.

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