Por qué Anne Hathaway estuvo muy cerca de ir presa por culpa de un novio

Hace algunos días atrás, Anne Hathaway causó una revolución en la prensa de todas partes del mundo tras convertirse en una de las estrellas más importantes del Festival de Cine de Cannes. La actriz de El diablo viste a la moda fue el gran referente de estilo con cada uno de sus increíbles looks elegidos en la ciudad Francesa.

Además, la artista es una de las mejores pagas en la industria de Hollywood, siendo la favorita de las grandes productoras. Cada una de las películas en las que participa se vuelve rápidamente un éxito de taquilla, lo que hace innegable su talento y su capacidad para ponerse en la piel de cualquier personaje.

Aunque pocos lo recuerdan, uno de sus primeros papeles y el que realmente la llevó a la fama fue el de  Mia Thermopolis en la película El diario de la princesa. En aquel entonces Anne Hathaway tenía tan solo 19 años y estaba en el estrellato. Aquella producción tuvo una segunda entrega debido al furor que causó.

Al poco tiempo, en 2004, la actriz comenzó una relación con el empresario italiano Raffaello Follieri. Con 21 años, Anne se ilusionó con el relato de su pareja, quien contaba todo lo bueno que hacía en su fundación enfocaba en generar mejores condiciones de vida a niños de países de bajos recursos. Sin embargo, a la par se llenaba los bolsillos con el dinero de famosos inversores.

En ese momento ella empezó a colaborar y trabajar a la par de él en la sede ubicada en New York, involucrándose de la peor manera con un criminal que poco tiempo antes había comenzado a gestar una relación con el Vaticano. Sus lazos eran más precisamente con el cardenal Angelo Sodano, quien le había propuesto manejar todas las propiedades de la iglesia católica en Estados Unidos.

Para su fin, Raffaello Follieri entendió que necesitaba generar una buena imagen pública acompañado de una pareja ideal para hacerlo. Fue ahí que entró Anne Hathaway en su vida, obnubilada por los fines altruistas de su pareja.

Al poco tiempo, el cardenal Angelo Sodano se retiraba de su cargo y los negocios que el italiano tenía con la iglesia se desplomaron. Esto hizo que él tenga que gastarse todos su ahorros en fingir que las conexiones con el Vaticano continuaban como si nada y que la fundación seguía generando ingresos.

Poco tiempo después, el novio de Anne Hathaway era detenido por la IRS, la agencia impositiva de Estados Unidos, quienes confirmaron el fraude a sus inversores, el lavado de dinero por medio de su conexión con el Vaticano y además fue acusado de conspiración. El empresario había malgastado nada más y nada menos que 50 millones de dólares de su amigo Bill Clinton y de otras reconocidas figuras.

Como consecuencia de lo sucedido, Anne tuvo que ser investigada por la IRS. La interrogaron para saber si había sido cómplice, pero luego quedó demostrado que ella también había sido una víctima de él y quedo absuelta. El hecho casi le cuesta su carrera, que se encontraba en ascenso total.