Consumo

Se desacelera el consumo de pollo en Mendoza

Uno de los productos cárnicos más consumidos por los mendocinos siente el impacto de la devaluación y la inflación, con menores ventas en los comercios, aunque el sector productivo señala que la situación es "estable" pese al alza de los costos.

miércoles, 9 de octubre de 2019 · 09:49 hs

El consumo de carne de pollo se está ralentizando debido al alza del dólar y la aceleración de la inflación, con aumentos de precios en los comercios que promedian entre el 15 y 30% en los dos últimos meses.

Como ocurre con la gran mayoría de los productos de consumo masivo, el pollo y sus derivados se vieron afectados por el impacto de la devaluación en la economía argentina tras las elecciones primarias de agosto, con caídas en las ventas y alzas en los precios que incluso podrían acentuarse en los próximos meses, advirtieron comerciantes del rubro avícola. Sin embargo, el sector productivo aseguró que el panorama es "estable" y descarta nuevos incrementos en los valores.

“Desde el mes pasado registramos caídas en las ventas diarias, los clientes no vienen con la misma frecuencia y llevan cantidades menores que antes”, señaló Paola, empleada de una pollería en Ciudad. Así, añadió, los productos que más cayeron fueron las presas fraccionadas como pata muslo, pechuga y suprema, mientras que el pollo entero y algunos derivados como milanesas presentan niveles más estables, pero con tendencia a la baja.

Por su parte Mario Bustos, dueño de otra pollería en Godoy Cruz, especificó a MDZ que “el consumo de carnes ha bajado en general, tanto de pollo como vacuna y de cerdo. A su vez, detalló que “la gente compra menos; por ejemplo, si antes un cliente se llevaba 1 kilo de milanesas de pollo, hoy compra ¾ de kilo, se la rebusca con menos”.

En cuanto a los precios, Bustos indicó que “luego de la última gran suba del dólar, después de las elecciones nacionales, los precios aumentaron alrededor del 30% y después se estabilizaron”. En una carnicería de Guaymallén, que también vende productos avícolas, señalaron que los incrementos provocaron una “suspensión de las ofertas” especiales por cambios en los proveedores, y hasta ahora “no tenemos pensado en reincorporarlas” pese a que sí retomaron en el rubro de carnes vacunas.

Según las estadísticas del Senasa, el Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (Ipcva) y la Secretaría de Agroindustria de la Nación, el consumo per cápita de pollo en la Argentina trepó a 46 kilogramos anuales en los primeros seis meses de este año, contra los 49 kilogramos de carne vacuna. Esto significó un aumento de 0,8% en la comparación interanual, lo que al mismo tiempo impulsó la producción avícola que alcanzó cerca de 1,2 millones de toneladas entre enero y julio del 2019, un 4,5% más que el mismo periodo del año anterior.

Esta situación desfavorable complica las finanzas de los comerciantes del rubro: “Lo más agobiante en este momento es la presión fiscal, porque los impuestos y servicios han aumentado muchísimo en este último año. Hoy en día sostener un comercio con puertas abiertas es muy costoso y no todos pueden continuar en ese ritmo”, aseveró Bustos.

“Esperamos nuevos aumentos en los precios para los meses de noviembre y diciembre, más allá de lo que ocurrirá después de las elecciones”, proyectó el comerciante.

Por el contrario, el presidente del directorio de Avícola Luján, Antonio Olmo, sostuvo que las ventas de pollo “se han mantenido relativamente estables, dado que se trata de uno de los productos cárnicos más económicos”, aunque reconoció que la tendencia está “levemente en baja”.

la gente compra menos milanesas

Respecto a los precios, Olmo indicó que “los productores tuvieron que recuperarlos parcialmente porque tuvimos mucha alza en los insumos de alimentos balanceados, impuestos y servicios públicos”. Dicha suba "se ubicó entre 15 y 20% en lo que va del año", aclaró al mismo tiempo que ponderó positivamente la reducción del IVA en los productos avícolas, en el marco de las medidas económicas dispuestas por el Gobierno nacional.

En ese sentido, cree que “no habrán grandes aumentos al menos hasta diciembre, ya que tampoco hay mucha solvencia de dinero en la calle y la producción avícola es buena”.

Un producto derivado muy consumido por las familias mendocinas es el huevo. Mario Maroto, propietario de la Granja Avícola Santa Rosa y presidente de la Unión Avícola Regional Andina, aseguró que tanto las ventas como los precios se mantienen estables debido a la sobreproducción y el esfuerzo de los productores: “Tuvimos un aumento muy fuerte en los costos por la suba del dólar que repercute directamente en los insumos, pero no hemos podido trasladarlo a los precios porque los bolsillos de los consumidores están flacos y no queremos perder ingresos. Además en estos momentos la producción está en niveles altos y sin reactivación en la exportación, todo lo que se produce termina en el mercado interno”.

“Todos los cereales que utilizamos para los alimentos balanceados, como maíz, soja, girasol y subproductos del trigo, como los complejos vitamínicos-minerales, están dolarizados y cada devaluación nos afecta. Por ejemplo, pasamos de pagar una tonelada de maíz en $5800 a $7500 pesos, pese a que la cotización en el mercado está estabilizada en torno a US$147. A la gallina le damos de comer en dólares y vendemos la producción en pesos”, añadió.

pollo fraccionado

Otro factor que según Maroto contribuyó a la estabilización del precio del huevo fue la reducción del IVA al 0%: “De alguna manera se vio reflejada en el precio final sin que se note el aumento de costos. Además nos emparejó con los productos avícolas cárnicos, que ya tenían antes de las elecciones con un IVA reducido al 10,5%”.

Finalmente, el titular de la Unión Avícola Regional Andina consideró que los precios de los huevos se mantendrán estables en lo que resta del año: “El productor está trabajando muy en el límite con los costos, y en algunos casos no los está pudiendo cubrir. Creo que de acá hasta diciembre los valores no van a variar mucho, porque los niveles de producción están altos, y si se tiene en cuenta que por habitante hay una gallina que produce 300 huevos al año, y el consumo per cápita está en 274 unidades, existe un excedente que dificulta cualquier mejora en los precios”.