¿Para qué sirve el Libro de quejas?
La Dirección de Defensa del Consumidor (DDC) exige la disponibilidad del Libro de quejas en todos los comercios que destinen sus productos y servicios al consumidor final. Es decir, no están obligados a tener ese registro los comercios o empresas mayoristas
La Dirección de Defensa del Consumidor (DDC) exige la disponibilidad del Libro de quejas en todos los comercios que destinen sus productos y servicios al consumidor final. Es decir, no están obligados a tener ese registro los comercios o empresas mayoristas.
Esta herramienta es de suma utilidad para aquellos consumidores insatisfechos con lo ofrecido por el local en cuestión, ya que pueden expresarse a través del libro y encontrar una forma más inmediata a sus reclamos. Sus posibles usos son:
- Reclamar por incumplimiento al trato digno por parte de empleado o encargado: insultos, discriminación u otra conducta indebida.
- Expresar una presunta infracción a la normativa: recargo por pago con tarjeta de débito o crédito en un solo pago, por ejemplo.
- Quejarse por restricción a la posibilidad de cambio de una prenda u otro producto, siempre en las condiciones correspondientes para tal acción.
- Solicitar la mejora de un servicio, sugiriendo, por caso, una atención ampliada en horario o disposición de otros canales de contacto para consultas.
- Tomar conocimiento el responsable o encargado del local de los reclamos en el comercio y de las alternativas viables para mejorar la relación con el cliente.
Si el consumidor no puede acceder de forma simple a este registro u observa que no está disponible, debe denunciar el hecho al 148@mendoza.gov.ar para que el inspector pueda acudir al lugar y verificar esa situación.
Por otro lado, quien esté alcanzado por esta obligación puede solicitar información al 148@mendoza.gov.ar o bien acudir de forma persona y sin turno previo a la DDC, con domicilio en Pedro Molina 161, Ciudad de Mendoza, de 8 a 14.30. También puede acercarse a las oficinas municipales que brindan este servicio.