Producción

La Bodega de los Contratistas saca a la venta sus primeras botellas

El establecimiento fue adquirido por contratistas de viña nucleados en Cootravi. Hoy tienen ya su primer lote de 5.000 unidades a la venta y espera sacar otras 20.000 más.

lunes, 25 de febrero de 2019 · 20:57 hs

Bajo la marca Del Contratista, 5 mil botellas bivarietales syrah-bonarda están listas para la venta, mientras que en la bodega hay un stock de 70 mil litros que tendrán el mismo destino.

“El proceso de comercialización va por muy buen camino, nos piden otros gremios y cooperativas de Santa Fe y Buenos Aires y estamos teniendo conversaciones con la federación que nos nuclea”, comentó Edgardo Lera, titular del Sindicato Único de Trabajadores Contratistas de Viñas y Frutales.

Mientras comienzan a darse estos primeros pasos firmes, con el acompañamiento del Instituto de Desarrollo Rural (IDR) y el Instituto de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Iscamen), la mirada de los 42 contratistas asociados está puesta en crear otras dos marcas propias que ya tienen nombre y tipo: Del Peón, un vino tinto común, y La Ilíada, malbec.

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Desde que a principios del año pasado comenzó la molienda y el llenado de piletas, se alcanzó una producción de 100 mil litros de vino blanco que se vendieron a granel, y 70 mil litros de tinto, con uvas cosechadas por los pequeños productores asociados.

El trabajo dentro de la bodega lo encabezan las tres familias contratistas que viven ahí y manejan las plantaciones de parrales, viñas, ciruela, olivos, 20 hectáreas de ajo (que ya se cosecharon) y otras 20 de zapallo. El equipo se completa con un encargado, una enóloga y dos operarios, a quienes este año se sumarán seis pasantes (dos en laboratorio y cuatro operarios) de la Facultad de Enología de San Martín, luego de que se firme el convenio.

El 2019 es un año de grandes proyectos. El objetivo no es sólo fraccionar y etiquetar 20 mil botellas para vender en la provincia sino también diversificar las funciones que se realizan en la bodega.

Por una parte, los contratistas quieren tener un laboratorio propio que pretenden poner en funcionamiento este año y, por otra parte, adaptar la maquina fraccionadora que tiene el establecimiento. Es que si bien es parte del inventario de bienes de la bodega, actualmente no está en funcionamiento por su magnitud. Por esto, esa tarea actualmente se terceriza. “Estamos buscando la manera de adaptarla para que sirva para un fraccionamiento menor a su capacidad, con lo que se reduciría el costo de ponerla en marcha”, explicó Lera.

De la mano del Iscamen, el plan de trabajo se completa con obras de infraestructura, como una pileta tratamiento de efluentes, cuya obra ya ha sido encarada, además del apoyo técnico con cursos de capacitación para comercialización del vino.