El intercambio comercial con Brasil volvió al terreno negativo en mayo

El intercambio comercial con Brasil registró un déficit de US$ 127 millones en mayo, luego de cinco meses de superávit en la balanza bilateral a favor del país, en particular por una desaceleración en la reducción de las importaciones argentinas.

Así lo reflejaron las consultoras Ecolatina y Abeceb en base a datos del Ministerio de Desarrollo, Industria y Comercio Exterior de Brasil (MDIC) que indicaron importaciones por US$ 1.021 millones, una caída del 17,7% interanual en mayo, luego de haber mantenido caídas en torno al 45% en los últimos cinco meses.

Las razones del comportamiento importador de la Argentina se explican por la estabilidad del tipo de cambio y algo más de claridad en cuanto a la contienda electoral argentina que habrían estimulado el nivel de actividad en mayo, y la corrida cambiaria en mayo de 2018 produjo una baja base de comparación.

Por otro lado, la tendencia alcista del real durante mayo último facilitó la moderación en la caída de las compras al país vecino, y los rubros que reforzaron esta retracción fueron vehículos de carga y de pasajeros, maquinaria agrícola, chasis y porotos de soja.

Por otro lado, las exportaciones en mayo fueron de US$ 894 millones y mantienen un crecimiento de dos dígitos del 12,7% interanual, gracias a una economía brasilera que, a pesar de las perspectivas de desaceleración, aún demanda bienes extranjeros.

A nivel desagregado, el mejor desempeño se dio en los casos de vehículos de carga y ómnibus, autopartes, malta, trigo, aceite de girasol y neumáticos, se destacó en los informes.

De cara a los meses restantes de 2019, se espera que el desempeño favorable de las exportaciones se vea atenuado ante un menor dinamismo en la economía del principal socio del Mercosur, el que tiene perspectivas de crecimiento recortado al 1,3% para este año.

En el caso de las importaciones, la recesión local continuará afectándolas, aunque mayor estabilidad cambiaria y menor incertidumbre podrían constituir una suerte de estímulo, aunque se espera un retroceso en torno a 25% y el intercambio bilateral arrojaría un superávit de US$ 600 millones.