Crisis

El gobierno británico investigará la quiebra del gigante de los operadores turísticos

Fue acusado de dejar caer a la compañía tras negarse a concederle un rescate de 200 millones de libras.

martes, 24 de septiembre de 2019 · 11:32 hs

La ministra de Comercio británica, Andrea Leadsom, afirmó hoy que rescatar al gigante y más antiguo de los operadores turísticos, Thomas Cook, habría sido "desperdiciar el dinero de los contribuyentes" y anunció que el gobierno investigará las circunstancias de la quiebra.

El gobierno británico fue acusado de dejar caer a la compañía tras negarse a concederle un rescate de 200 millones de libras (unos 248 millones de dólares) que necesitaba para continuar operando.

Thomas Cook entró ayer en cesación de pagos y perjudicó a más de 600.000 personas que adquirieron paquetes turísticos en toda Europa y a unos 22.000 trabajadores que perdieron su empleo.

La ministra confirmó que el gobierno iniciará una investigación para conocer las circunstancias de la quiebra y si existían alternativas para evitarla.

Leadsom sostuvo que el gobierno está "preocupado por entender" cómo una empresa podría acumular una deuda de esa naturaleza, con un modelo comercial que no parecía satisfacer las necesidades de los clientes.

Agregó también que se investigará los millonarios incentivos que recibieron los CEOs y directivos financieros durante los últimos años.

En declaraciones a la cadena británica Sky News, la ministra lamentó el colapso de la compañía y dijo estar "muy apenada" por aquellos que perdieron su trabajo y por los qué están tratando de llegar a sus hogares.

Ayer la Autoridad de Aviación Civil británica (CAA), debió anunciar el inició de la mayor repatriación de británicos desde la II Guerra Mundial debido al número sin precedentes de turistas británicos que actualmente se encuentran de vacaciones y que resultaron afectados por la situación.

El organismo aseguró una flota en todo el mundo para traer a más de 150.000 pasajeros de vuelta al Reino Unido.

Thomas Cook estaba tratando de ejecutar un plan para cancelar 1,7 mil millones de libras (2,1 mil millones de dólares) de deudas existentes e inyectar un adicional de 900 millones de libras (1.118,3 millones de dólares) de nuevos fondos en la empresa.

Ese plan fracasó cuando pidieron 200 millones de libras extras (unos 248 millones de dólares) para ayudar a la empresa.