Producción

Diálogo social para un nuevo modelo de Mendoza

<b>Neuquén nos pasó por arriba. </b>Un<b> informe elaborado por Carlos Abihaggle </b>que refleja la disparidad existente entre las oportunidades aceptadas por Mendoza frente a provincias vecinas y la necesidad de encarar un diálogo que la ponga en un carril productivo definitivamente. <b>El análisis desde el&nbsp;GRAMDE</b> (Grupo de Apoyo Mendocino al Desarrollo Estratégico 2050).

martes, 28 de mayo de 2019 · 11:44 hs

Hace un tiempo la Unión Industrial de Mendoza (UIM), la Federación Económica de Mendoza (FEM) y el Consejo Empresario Mendocino (CEM) presentaron un documento conjunto en el que señalaban que la participación de Mendoza en la economía nacional había descendido del 3,9% que representaba en 2004 al 2,8% en el 2016.

Por ello, llama mucho la atención que una investigación realizada por el estudio de Federico Muñoz y Asociados mantiene la proporción citada cercana al 4% para el 2018.

Una cuestión previa metodológica

La investigación toma como base la distribución oficial del Producto Bruto Interno Nacional por provincia en el año 2004 y la actualiza sobre la base de:

  • El denominado Indicador sintético de Actividad de las Provincias (ISAP) que elabora el mismo estudio desde hace una década.
  • La base salarial privada y pública.
Se promedia ambas participaciones y se aplica al producto bruto nacional nominal y se determina así el de cada provincia.

Por ejemplo para el año 2018 se estima PBG para Mendoza de 550 mil millones de pesos y para Neuquén de 554 mil millones.

En síntesis, se trata de una estimación que, cuando se tengan los datos oficiales que realizan las distintas oficinas estadísticas de los gobiernos provinciales podrá corroborarse.

Comparado distintos años para atrás los resultados muestran que la metodología del estudio muestra resultados levemente superiores a los oficiales.

Participación provincial

En función de tales datos la participación de Mendoza que era del 3,9% en el 2004 se mantiene en el mismo porcentaje según metodología ISAP y baja al 3,7% según el método de la masa salarial. El promedio da 3,8 %.

En cambio, Neuquén que era del 3,1% en 2004 da el 3,6 % según ISAP y el 4,0% según la masa salarial. El promedio también da el 3,8%.

Una explicación del importante crecimiento de Neuquén debe verse en el peso significativo de su sector de Minas y Canteras (principalmente petróleo y gas) que representa más de un 33 % y el empuje en los últimos tiempos del proyecto Vaca Muerta.

En cambio, en Mendoza tal sector representa el 8%.

Producto no es igual a ingreso

Debemos destacar que hay importantes diferencias entre el valor agregado o comúnmente denominado Producto Bruto Interno y el ingreso regional/provincial que reciben sus habitantes. El Valor agregado es la riqueza generada en un año dentro de las fronteras de una provincia. Pero los ingresos que reciben sus habitantes difieren por diversas razones.

Para mencionar algunas:

  • El dueño de una empresa que vive en otra provincia se queda con el beneficio distribuido y pasa a ser ingreso de la provincia donde reside.
  • Los impuestos nacionales que se recaudan en Mendoza tales como el IVA o el impuesto a las ganancias se transfieren a la Nación.
  • Al contrario, los ingresos por coparticipación federal y las regalías petrolíferas son un ingreso para Mendoza.
  • En resumen, a partir del valor agregado, si queremos obtener el importe del ingreso provincial debemos:
  • Restarle los pagos a los factores productivos que residen fuera de la región, los impuestos nacionales, los beneficios distribuidos a empresarios que viven fuera de la región.
  • Sumarle los ingresos de residentes en Mendoza que trabajan en otras provincias o en el exterior, las transferencias nacionales de impuestos, pensiones o jubilaciones, los beneficios que reciban empresarios por actividades desarrolladas fuera de la provincia.
Este marco teórico nos permite tener un esquema útil para analizar los impactos de las diferentes políticas y decisiones de gobierno o empresarias

Incorporación de otras dimensiones

Se trata entonces que una inversión productiva en una actividad económica que implica importar equipamiento, tecnología, etc tiene menos impacto que una basada principalmente en mano de obra y otros factores locales.

Y una exportación que tiene muchos componentes locales tiene un mayor impacto que una que tenga altos niveles de insumo, tecnologías o recursos humanos importados.

Ademas, es preciso incorporar otras variables como la distribución del ingreso. Por ejemplo, si se tuviera en cuenta solo el producto bruto interno per capita los Emiratos Arabes Unidos son superiores a Japòn y a Nueva Zelanda. Y Kuwait es equivalente a Corea del Sur.

Es por ello que las Naciones Unidas han desarrollado el Indice de Desarrollo sustentable Provincial que incorpora además del crecimiento económico la inclusión social y la sostenibilidad ambiental.

En ese caso, Mendoza en el 2016 con un índice de 0,588 era superada solo por dos jurisdicciones: Ciudad autónoma de Buenos Aires con el 0,792 y Chubut con el 0,595. Pero por encima de San Luis (0.579) y Neuquén (0,571).

Y muy superior a Formosa (0,451), Chaco (0,436) y Santiago del Estero (0,313).

Otro dato importante que surge de la investigación realizada por Federico Muñoz es comparar lo que cada provincia aporta a la economía nacional (sin la CABA) y lo que recibe por coparticipación federal. Ahí se ve lo injusta de la situación. Mendoza aporta el 4,6% y recibe el 4,1%.

Conclusiones

La pregunta que nos hacemos en GRAMDE (Grupo de Apoyo Mendocino al Desarrollo Estratégico 2050), conjunto de instituciones que, desde la sociedad civil estamos trabajando por el desarrollo estratégico de Mendoza, es si el modelo productivo, social, territorial y ambiental está agotado?

Sin tener una respuesta totalmente afirmativa, creemos que se impone avanzar en una agenda común con algunos criterios :

- Reformular la matriz productiva de Mendoza impulsando, mas que sectores como tradicionalmente se los trata, los denominados complejos o cluster productivos que significa un desarrollo de todos los sectores integrantes de las cadenas.

- Tener una perspectiva de largo plazo y propiciar institucionalmente políticas de Estado.

- Recrear el diálogo social con la participación del gobierno, los sectores de trabajadores y empresarios así como las universidades y sectores de la ciencia y técnica. Ampliando el triángulo de Sabato al rombo del siglo XXI.