Ránking

Bulgheroni, Pérez Companc, Eurnekian y Urquía: qué tienen en común cuatro de las fortunas más grandes de Argentina

Forbes dio a conocer el listado actualizado de las 50 personalidades del país con el patrimonio más grande. Estos tres, además de estar entre los 10 primeros, guardan una coincidencia de inversión.

Sol Devia
Sol Devia martes, 3 de diciembre de 2024 · 17:36 hs
Bulgheroni, Pérez Companc, Eurnekian y Urquía: qué tienen en común cuatro de las fortunas más grandes de Argentina
Alejandro Bulgheroni, Luis Perez Companc, Eduardo Eurnekian y Roberto Daniel Urquía, cuatro de las diez fortunas más grandes de Argentina.

En lo que ya es un clásico, la revista Forbes dio a conocer el listado de las fortunas más grandes de Argentina, donde con US$ 8.500 millones, Marcos Galperín, creador de Mercado Libre, sigue siendo el hombre más rico del país. Pero, al recorrer el ranking, aparecen nombres conocidos como Alejandro Bulgheroni, Luis Perez Companc, Eduardo Eurnekian y Roberto Daniel Urquía, quienes guardan una coincidencia muy grande en sus negocios: las cuatro familias han invertido en el mundo del vino

El primero de ellos, ubicado en el tercer lugar detrás de Hugo Sigman, Silvia Gold e hijos (US$ 6.300 millones), su fortuna asciende a US$ 5.100 millones y está vinculada principalmente a Pan American Energy Group, uno de los líderes en el negocio del petróleo y la energía en el país. Pero, desde hace ya varios años, Alejandro Bulgheroni se interesó en el mundo del vino y es quien más se ha extendido en la industria.  Hoy maneja Alejandro Bulgheroni Family Vineyards, un holding vitivinícola con bodegas en Argentina, Uruguay, Italia, Francia, Estados Unidos y Australia. 

Su recorrido arrancó en Uruguay, donde fue pionero en la región de Garzón, justamente con la bodega que lleva el nombre de la región. Allí, casi por casualidad comenzó en el año 2007 con el asesoramiento del enólogo italiano Alberto Antonini, para 2010 obtuvo su primer Tannat, y en 2015 terminó la bodega, que hoy es un ícono en el enoturismo en tierras orientales, con su restaurante y diferentes actividades. 

En Argentina su negocio se desarrolla con Grupo Avinea, donde cuenta con cuatro bodegas en Mendoza: Argento, el productor de vinos orgánicos más grande del país -que acaba de confirmar su acuerdo con el Fulham FC-, y con Cruz de Piedra, Pacheco Pereda y Cuesta de Madero. A eso se le suma Otronia, el proyecto de alta gama que se distingue por ser el más austral del país, ubicado en la localidad de Sarmiento en Chubut, muy cerca del límite con Santa Cruz. Además, cuenta con el 50% de Bodega Vistalba. 

Otronia, el proyecto patagónico de Bulgheroni es uno de los más extremos del país. 

En Estados Unidos, su apuesta por el vino comenzó con Renwood en el condado de Amador, en California, a donde llegó con la idea de producir Zinfandel. Luego desembarcó en Napa Valley, cuando en 2016 decidió comprar la Founders Room de Harlan Estate, la cual decidió llamar Lithology, encontrado suelos ideales para el Cabernet Sauvignon.

Pero su expansión también se ha dado en el Viejo Mundo. Aunque a la Toscana llegó para producir aceite de oliva, en principio, Bulgheroni comenzó con la compra de la histórica Dievole, ubicada en Castelnuovo Berardenga en Chianti Classico. Allí, no solo produce el típico Sangiovese de la región, también desarrolló el Dievole Wine Resort, que incluye un complejo hotelero, restaurante, tours por la bodega y el viñedo, viajes a la playa, clases de yoga y, por supuesto, catas de vinos y aceites de oliva. 

Pero no se detuvo allí, también es propietario de fincas como Certosa di Pontignano en Chianti Classico; Poggio Landi, en el norte de Montalcino y en la parte sur de la zona alrededor de Castelnuovo dell’Abate; y Podere Brizio, cerca de Tavarnelle. En el año 2015 también adquirió Tenuta I Pianali en Bolgheri y la rebautizó Le Colonne y su última adquisición fue Tenuta Meraviglia.

Bulgheroni también puso la mirada en Francia, donde eligió una de las regiones más distinguidas del mundo: Burdeos. Con el asesoramiento de Michel Rolland, quien también lo asesoró en su bodega de Napa, compró el Château Suau situado en la denominación Cadillac, Côtes de Bordeaux.

Su última apuesta, con la intención de llegar al mercado asiático, fue la compra de una bodega en Australia, pero el potencial de Alkina, en el valle de Barossa, lo llevó a pasar de un proyecto de volumen a uno de alta gama con la contribución del chileno Pedro Parra. Allí, como en el resto de sus proyectos, también puso la mirada en el enoturismo. 

Alejandro Bulgheroni ha construido un holding bodeguero alrededor del mundo.

Más empresarios interesados en el vino

Siguiendo con el orden del listado de Forbes, el siguiente nombre que aparece es el de Luis Pérez Companc y familia con US$ 4.200 millones en el puesto cuatro. El grupo que este año sufrió la muerte de Gregorio "Goyo" Pérez Companc es propietario de Molinos Río de la Plata, que a su vez posee varias bodegas mendocinas. 

El primer paso lo dio en Nieto Senetiner, cuando compró en el año 1998 acciones de la bodega lujanina al grupo Bunge & Born. Como lo relatan las crónicas de la época, en ese momento la firma desembolsó algo más de US$ 30 millones de dólares para hacerse con 45% del paquete accionario, algo que fue avanzando para luego en 2003 adquirir el 39% de las acciones que todavía estaban en manos de la canadiense CDPQ por una cifra cercana a US$ 4,5 millones, para tener un control total de la compañía. De Nieto Senetiner se desprendió, a su vez, Cadus, un proyecto de alta gama liderado por Santiago Mayorga. 

La división de vinos de Molinos Río de la Plata se fue armando con la posterior compra de Ruca Malen en el año 2015 por US$ 8,8 millones, donde desde hace un par de años, de la mano de su enóloga Agustina Hanna, encararon un cambio de imagen del establecimiento ubicado en Agrelo en busca de un nuevo posicionamiento en el mercado interno y las exportaciones.

La última gran compra de los Pérez Companc fue el 50% de Viña Cobos por un monto algo superior a los US$ 12 millones a Andrea Marchiori y Luis Barraud, los socios de Paul Hobbs en el proyecto premium que ya tiene 25 años. A diferencia de las dos anteriores, en este caso Molinos Río de la Plata no tiene el manejo de la bodega que sigue liderado el enólogo norteamericano.

Luis Pérez Companc es quien dirige hoy el grupo propietario de Molinos Río de la Plata.

Bajando un par de puestos, en la sexta colocación del listado de Forbes encontramos a Eduardo Eurnekian con US$ 3.500 millones. En su caso, el empresario de raíces armenias tiene proyectos vitivinícolas en Argentina y en la tierra desde la que llegaron sus padres en las primeras décadas del Siglo XX. 

Conocido como “el señor de los aeropuertos”, en el año 2009 se sumó a Bodega del Fin del Mundo, un proyecto familiar iniciado por Julio Viola en San Patricio del Chañar, en Neuquén. Desde su asociación, el proyecto logró fortalecerse y ampliarse con la compra de otra bodega de la zona como Malma. Actualmente, el proyecto es gerenciado por Juliana Del Águila Eurnekián, sobrina del empresario. 

La sommelier también es la responsable de llevar las riendas de Karas, bodega que Eurnekian decidió construir desde cero en en la región de Armavir, al pie del Valle Ararat. Su camino allí comenzó en el año 2004, con la compra de 2.000 hectáreas. Para 2010 lanzaron su primer vino y dos años después levantaron el establecimiento donde hoy funciona. 

El último de los millonarios argentinos en el top 10 con proyectos vitivinícolas es Roberto Daniel Urquía, que con US$ 1.800 millones ocupa el décimo lugar de la lista. Propietario de Aceitera General Deheza (AGD) en Córdoba, junto a sus hijas (Dolores, Soledad, Cecilia y Lucía) decidió apostar por el vino con Urqo, un proyecto emplazado en una de las zonas top del Valle de Uco. 

Aunque la historia de Urquía en la vitivinicultura comenzó hace más de 15 años con la compra 100 hectáreas en Gualtallary, recién fue el año pasado, en 2023, cuando presentaron en sociedad la bodega y su vino ícono. Hoy en día, el proyecto ha crecido a unas 250 hectáreas con viñedos propios en donde arrancó el proyecto y Tupungato y Los Chacayes, con la intención de incorporar otras 100 y llegar a una producción de un millón de litros embotellados. 

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