Números en rojo

Déficit fiscal: la bestia negra de la Argentina que Javier Milei busca domar

Las cuentas públicas muestran un desbalance muy importante, mayor al esperado para el año pasado. Cuáles son las razones que explican el déficit y cómo impacta en la vida cotidiana.

MDZ Dinero
MDZ Dinero martes, 23 de enero de 2024 · 14:08 hs
Déficit fiscal: la bestia negra de la Argentina que Javier Milei busca domar
El déficit fiscal se ubicó en 2,7% del producto interno bruto casi un punto por encima de la pauta que tenía el Gobierno. Foto: Prensa Javier Milei

El dato duro dice que el déficit fiscal primario ascendió a 2,7% del PIB en 2023, lo que representa un incremento de 0,4 puntos porcentuales en relación al registrado en 2022, según datos que difundió el Ministerio de Economía.

Pero un análisis más fino dice mucho más que eso. En primer lugar, el dato estuvo muy lejos del 1,9% del PIB de déficit fiscal que el Gobierno anterior se había comprometido como meta con el Fondo Monetario Internacional (FMI) en el programa de Facilidades Extendidas para 2023. 

Claramente, los datos desmienten el cumplimiento de esa meta, aunque se podrá decir que fue por la sequía, que representó más de 18.800 millones de dólares de pérdida de exportaciones, y unos 5000 millones de dólares en cobro de retenciones, algo así como el 1% del PIB. 

El abultado déficit fiscal pone en jaque la capacidad de actuación del Estado.

El déficit primario es el saldo negativo de las cuentas del Tesoro nacional antes del pago de servicios de intereses de la deuda pública. Además de este dato suele consignase el déficit financiero, que no es otra cosa que lo que resulta una vez que se pagaron los compromisos de la deuda. 

En este caso, el déficit financiero llegó a 3,3% del PIB, 1,4 puntos encima de lo registrado en el año anterior. Así, el déficit consolidado terminó en 6%, versus el 4,2% de 2022, según un informe del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF).

Plan Platita

Cabe aclarar que el rojo de las cuentas públicas, si bien se funda, en parte, en la sequía, lo cierto es que se agudizó durante la segunda parte del año en el marco de la campaña electoral, en el marco de lo que se denominó Plan Platita. El punto de inflexión fue el mes de agosto. 

La fecha no es casual, sino que tiene que ver con la realización de las PASO y la urgencia por pagar dos compromisos con el FMI, para lo cual el entonces ministro de Economía y candidato presidencial de Unión por la Patria, Sergio Massa, mantuvo sin cambios la meta con el FMI de déficit fiscal de 1,9% del PIB, además de acumular US$ 5000 millones más de reservas internacionales del Banco Central, y 0,9% del PIB de emisión monetaria.

Massa consiguió de esa manera los US$ 7500 millones que buscaba - para pagarle al propio Fondo y devolver un préstamo corto al gobierno de Qatar por casi US$ 1000 millones- pero en los meses posteriores no cumplió con las metas. En especial, en lo que se refiere a la emisión monetaria.

Sergio Massa, exministro de Economía y quien desató la emisión monetaria en el marco de la campaña electoral. 

En cuanto al déficit fiscal primario, el rojo se profundizó hasta llegar a 0,8 puntos porcentuales por encima del compromiso asumido, lo que en billetes contantes y sonantes significa un gasto de más de US$ 4000 millones superior a la meta, que ya estaba en rojo.

La información oficial destaca que diciembre fue uno de los peores meses en el manejo de las cuentas públicas. El déficit primario fue de $ 2 billones, lo que supone un incremento interanual de 351%. El déficit financiero, en tanto, alcanzó los $5,3 billones, disparándose 1.270% con relación al mismo mes de 2022, luego del pago de intereses de deuda por $3,3 billones.

Teniendo en cuenta el elevado monto de pago de intereses de deuda pública la consultora Aurum señaló que "es probable que se haya incluido el pago de los bonos DICP y TDF24. De este modo se habría incrementado el pago de intereses en 2023 por la cancelación anticipada de deuda intra sector público por $2,9 billones". 

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