Ecosistema emprendedor: radiografía de los jóvenes empresarios argentinos
A partir de una encuesta, CAME caracteriza a los dueños de pequeñas empresas. Cómo se autoperciben y cuáles son sus posibilidades de acceso al crédito para el crecimiento empresarial.
Que no existe un crédito razonable para las empresas de todo tipo de tamaño y tenor prácticamente no es una novedad. Se trata de una dificultad que traba el crecimiento del sector privado y, en especial, de las pequeñas y medianas empresas que hacen malabares para subsistir. Las que pueden ampliarse deben hacer con capital propio debido a que, más allá de los préstamos otorgados en los últimos meses por el banco Nación, es prácticamente imposible el acceso.
En este marco, la Confederación de la Pequeña y Mediana Empresa (CAME), destacó que casi la mitad de los empresarios jóvenes no tienen acceso a ningún tipo de financiamiento. Así lo mostró una encuesta a emprendedores y dueños de pymes con una edad promedio de 32 años. En este marco, el 47% de los jóvenes empresarios se inclina por la actividad en el sector comercial, el 30,2% presta servicios y un 13,8% se orienta hacia la industria.
De este modo, seis de que cada diez empresarios argentinos de entre 18 y 40 años tiene dificultades o le resulta imposible acceder al financiamiento productivo. Se trata de un segmento etario con falta de capital de respaldo y de flujo de fondos para invertir.
En el desagregado por sectores, los más afectados para conseguir financiamiento son: Turismo (66,7%), Industria (66,1%), Tecnología e informática (65,7%), Servicios (60%), Agropecuario (60%) y Comercio (59,1%). Estos números plantean inquietudes sobre el futuro y la sostenibilidad de esos negocios en el actual contexto económico.
Monotributistas, emprendedores y empleadores
En lo que refiere a la percepción de identidad, el 71,6% de los encuestados se autodenomina “emprendedor” y el 28,4% se reconoce como “empresario”. Aunque una amplia mayoría de los que se consideran emprendedores (70,6%) son monotributistas, emplean, en promedio, a siete personas.
Finalmente, al analizar el origen de la creación de los negocios, el 81% mencionó ser fundador de su empresa o emprendimiento y el 19% ser relevo generacional. Por este motivo, se requieren políticas que permitan el desarrollo y apoyo estructural a los jóvenes formadores de negocios para superar las barreras identificadas, especialmente en áreas críticas como el acceso al crédito.
En un contexto incierto y frente a un año que se anticipa duro, la encuesta de CAME señaló que los 1350 jóvenes emprendedores encuestados identificaron diversos problemas para desarrollar su empresa o emprendimiento. Entre ellos se destacan los siguientes: inestabilidad económica; escaso financiamiento con altas tasas de interés; elevada carga impositiva; exceso de requisitos para la creación y/o el desarrollo de los negocios; falta de infraestructura y de recursos humanos; competencia desleal y contrabando; y desafíos relacionados con la adaptación a nuevas tecnologías y tendencias del mercado.