El Gobierno no sabe cuántos dólares necesita para producir autos

Hace más de tres semanas que el Gobierno Nacional y las automotrices vienen negociando un acuerdo para que las empresas financien al Estado una determinada cantidad de dólares para que se puedan destinar a la importación de insumos para los autopartistas.

El diálogo se inició ante la advertencia pública del sector de la situación crítica que estaban pasando los proveedores por los problemas para el acceso de divisas para la compra de materias primas y piezas para ser utilizados en el proceso productivo de autopartes que son destinadas a la fabricación de 0km. Las trabas dispuestas por el Banco Central habían frenado la importación de estos productos.

El motivo de la entidad monetaria de limitar el flujo de dólares es la falta de reservas.

El reclamo de las empresas se hizo a través de una nota firmada por las terminales de ADEFA, los autopartistas de AFAC y el gremio del Smata. En ese escrito se alertaba que de no haber una solución corría el riesgo la producción automotriz

Ante esta situación, el Banco Central convocó a las fábricas de autos para encontrar una salida al problema. El planteo oficial se basó en que las terminales multinacionales le “presten” al Estado el dinero para mantener las fábricas funcionando. El mecanismo sugerido es que las automotrices financien sus propias importaciones de autos, sin demandar dólares para esa operatoria, por un tiempo determinado. Más allá de producir en el país, la mitad de los vehículos que se venden los importan desde las casas matrices. Esos dólares que dejarían de destinarse a la importación de vehículos, podría ser destinado a la compra de insumos importados que requieren los autopartistas para producir.

Pese al malestar de las empresas por tener que estar cumpliendo un rol que corresponde al Estado, aceptaron sentarse en la mesa de negociación ya que la alternativa era peor: que se parara la producción.

Sin embargo, todavía no se llegó a un acuerdo operativo porque el Gobierno Nacional no encuentra la forma de implementar el sistema, ante las dificultades legales y operativas que se presentan, como tampoco tiene claro cuál es el monto que necesita.

Tal como adelantó MDZ, el número sobre el que se estuvo trabajando es de u$s150 millones. Esto monto surge del siguiente cálculo. Lo que el Gobierno Nacional quiere que le financien las empresas son los dólares para atender la producción incremental que habrá este año respecto al 2021. Concretamente, que las automotrices pateen los pagos a sus casas matrices por los 0km que les compran.

Se espera para el 2022 un aumento de la actividad de 25%. El sector autopartista importó el año pasado por u$s600 millones. Es decir que, para crecer 25% necesitaría u$s150 millones más. Pero este número está puesto en duda y en las negociaciones se viene modificando continuamente.

“En el Gobierno no saben cuánto van a necesitar que pospongamos en concepto de pagos de importación de vehículos. No tienen un numero claro y es difícil explicar esto en el exterior” explicaron desde una automotriz.

El problema que plantean algunas empresas es que no pueden saber cuánto es el plazo y el monto que podrían aceptar en las casas matrices de diferir los pagos.

A esto se suma otro problema es que el Banco Central está considerando cuánto sería el dinero que se requiere para importar piezas para esa producción adicional, pero no está considerando las divisas que se generan por exportar esos 0km ya que el 70% de la producción promedio se vende en el exterior.

Tampoco se tuvo en cuenta en el pedido original que, además de una mayor demanda de dólares para importar 25% más insumos y piezas que el año pasado, estos productos vienen teniendo un fuerte aumento de los precios internacionales lo que hace que, con la misma cantidad de dólares, no se compran la misma cantidad de piezas. Esto hace que la necesidad de dólares sea aún mayor para adquirir las unidades que se necesitan.

Desde otra empresa señalaron que el Central está haciendo un cálculo incompleto y dejaron trascender el malestar. “Nos piden una cantidad de dólares porque vamos a producir más, pero eso va a generar dólares que entren por exportaciones y eso no está siendo contemplado”, explicaron.

La otra traba para poder acordar es cómo garantizar que los dólares que las automotrices le presten al Gobierno vayan para la importación de insumos sólo de los autopartistas. Como el mecanismo que se tiene que implementar es que la Aduana libere del “cepo” determinadas posiciones, podría producirse que otros sectores vean en esa ventana la posibilidad de importar alguna materia prima o insumo que usen como los autopartistas. Este es un punto difícil de sortear ya que podría generar que los dólares que financian las automotrices sean utilizados por otras industrias.

Además, la preocupación que hay en las terminales es el monto solicitado, una vez que se pongan de acuerdo en un número concreto, no sea el final de este proceso y que desde el Banco Central vuelvan a pedir una cuota mayor de ser necesario.

En este punto, algunas terminales plantean que de las casas matrices no habría predisposición para que este sea un mecanismo habitual, más allá de las cuestiones legales que tienen las multinacionales para ingresar a acuerdos de este tipo, fuera de las normas internas.

Desde otra terminal admitieron que, a esta altura, lo mejor sería avanzar con un monto antes de seguir dilatando la negociación y que se tenga que parar la producción del sector. En principio se esperaba cerrarla la semana pasada, pero ahora ya se cree que recién la próxima podrían sortear todos los inconvenientes mencionados.

Varios autopartistas están agotando el stock de piezas y, en cualquier momento, pueden dejar de abastecer a las fábricas.