Una empresa de Uruguay fue la estrella de los mercados la semana pasada: se trata del debut bursátil en Nueva York de “dLocal” que culminó la rueda del viernes con una valuación de u$s 10.000 millones. A esos valores, cerca de cinco veces mayor a YPF y al Banco de Galicia, tuvo una ganancia de 64% en las dos ruedas que lleva de cotización en el Nasdaq. Representa el 20% del PBI del país vecino.

¿De qué se trata esta joven estrella rioplatense?

Es una plataforma de pagos mundial, “cross border” o transfronteriza, diseñada para administrar online pagos masivos en Latinoamérica, países del Asia Pacífico y de Europa, Medio Oriente y Africa. Spotify, Google, Uber, Amazon son algunos de los “pequeños” clientes de dLocal. En 2016 se expandió por Brasil, Argentina, Chile y México y luego fue por India, Turquía, Sudáfrica, Nigeria, China y Bangladesh por ejemplo.

La compañía uruguaya soluciona a las grandes compañías de tecnología el cobro de sus servicios en diferentes países que normalmente tienen a sus habitantes con diferentes tradiciones financieras desde tarjetas de crédito, el efectivo, billeteras electrónicas o cuentas bancarias. En algunos casos como Uber, el movimiento financiero se da en los dos sentidos dado que le permite a la empresa a su vez pagar a sus conductores. Así en lugar de que cada gigante tecnológico desarrolle su propia plataforma de pagos en cada país, directamente contratan a “dLocal”.

¿Es la Argentina un lugar adecuado para el nacimiento de estas empresas?

La realidad muestra que nuestro país fue semillero de varios “unicornios”, tal como se denomina a las empresas que superan una valuación de u$s 1.000 millones. Pero la voracidad impositiva hace que las empresas tecnológicas tengan la partida de nacimiento argentina pero rápidamente se muden al exterior. Se mudan empresas y sus fundadores por el hostigamiento impositivo. El caso emblemático es el de Mercado Libre, que hoy tiene una valuación bursátil de u$s 66 mil millones y su cúpula directiva se trasladó a Montevideo. El impuesto a los Ricos fue determinante dado que a la carga de Bienes Personales le sumó un porcentaje adicional a los activos de los argentinos que llega a ser superior al 7% en su punto máximo. Ese “aporte solidario”, confiscatorio en términos impositivos, fue lo que motivó el cambio de ciudadanía de exitosos emprendedores argentinos.

A la voracidad fiscal contra el desarrollo de empresas en la Argentina se suma la voracidad gremial. Mercado Libre fue blanco de bloqueos a sus plantas por parte del gremio del clan Moyano sólo por el interés de lograr afiliar a trabajadores que estaban aportando a otro sindicato.

Uno de los fundador de “dLocal”, Sergio Foguel escribió en su cuenta de Twitter lo que significaba el debut bursátil y los antecedentes de Uruguay en la materia. “Llevo dos horas respondiendo mensajes, y aún me quedan varios. Si me faltó alguien, mis disculpas. Estamos increíblemente felices y agradecidos por este momento. Tenemos mucha gente a la que agradecer”.

Agregó que “en los últimos días se ha hablado sobre IPOs (lanzamientos en la Bolsa) uruguayos anteriores, sobre todo el de Starmedia, que si bien no estaba en el país, su fundador es uruguayo. Hay más ejemplos dignos de mencionar. Uno es el caso de Waldemar Fernández. Waldemar se crío en Uruguay, migró a EE.UU., creó una empresa llamada Interland, y la sacó a la bolsa en julio del 2000. Otro ejemplo es el de Pablo Brenner, cofundador de Breezecom, pionera de wifi. Breezecom salió a la bolsa en marzo del 2000 y manejaba Latam desde Uruguay, formó muchos profesionales, y Pablo fue (y es) inspiración para cientos de jóvenes uruguayos”. Con “dLocal”, los emprendedores rioplatenses tienen a la vista otra fuente de inspiración.