Ambiente

A los estacioneros no les cierra el delivery de combustibles

La cámara que los agrupa alertó acerca de las normas de seguridad medioambiental. Además considera que daña los intereses del sector expendedor minorista. El nuevo sistema arrancó como etapa piloto en Buenos Aires con la proyección de llegar más adelante a distintos puntos del país.&nbsp;<br>

jueves, 4 de abril de 2019 · 10:16 hs

La Federación de Entidades de Combustibles de la provincia de Buenos Aires (FECBA) alertó que el sistema de delivery de nafta y gasoil que anunció la semana pasada la petrolera YPF cuestiona las "normas de seguridad medioambiental" y también "daña los intereses del sector expendedor minorista”.

La entidad expresó en un comunicado que "la petrolera opera integrada verticalmente en todos los renglones de la industria y comercio de hidrocarburos, ostenta posición dominante de mercado y también en el segmento minorista" con políticas comerciales que "imponen a sus expendedores de bandera la traslación de sus costos”.

“A pesar de todas estas prácticas, viene ahora mediante estos novedosos ingenios comerciales a competir deslealmente no sólo frente a otros operadores del mercado, sino frente a su propia red de distribución”, enfatizó la Federación al rechazar el método de venta de combustibles a domicilio.

Los estacioneros entendieron que "estas nuevas prácticas comerciales, tan imaginativas como desleales", tal como definen el sistema Filler presentado por YPF, “no sólo quebrantan elementales normas de seguridad medioambiental, sino también los mínimos parámetros de ética comercial, en daño a los intereses del sector expendedor minorista”.

YPF lanzó un nuevo servicio de carga de combustible inteligente que le permite a los clientes cargar sus productos Infinia en su domicilio, mediante un sistema de delivery que tendrá su primera etapa piloto en la zona norte del conurbano bonaerense y que podrá extenderse a distintos puntos de la red en función de las necesidades y demanda.

El sistema también está en desarrollo en países de Europa y en ciudades de los Estados Unidos, a través de las grandes petroleras o de empresas independientes que ofrecen la entrega de los combustibles en los domicilios de los clientes, estacionamientos, supermercados, restaurantes o shoppings.