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El mercado se vuelve a jugar por una salida negociada

Luego de la audiencia y ante el temor de los se hundan los precios de los activos locales, al quedar levantada la cautelar que evitaba los pagos, cerraron en alza los activos al trascender la cita pactada con los holdouts para la semana próxima.
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Luego de la audencia que cerró por la deuda de default, los precios de los activos argentinos subieron durante la jornada de ayer; los llevaron a explorar valores mínimos que no mostraban desde la crisis cambiaria. Por esto el mercado busca negociar una salida.

El cambio de humor del mercado fue exacerbado por las circunstancias.

El pesimismo tuvo un pico apenas los inversores se enteraron de que la Cámara de Apelaciones había dejado sin efecto la medida cautelar (stay) que, en los hechos, bloqueaba la posibilidad de que se ejecute la sentencia de pago firmada hace meses por el juez Griesa. Fue cuando el índice de precios de la Bolsa porteña, que había arrancado su rueda con una baja de 2% promedio, duplicó su caída (-4%) y los bonos de la deuda en dólares promediaban derrumbes de 3% que los devolvían a valores que no frecuentaban desde febrero.

El optimismo emergió apenas se supo que, más allá de los retos y las advertencias lanzadas por el juez, de la audiencia había surgido un principio de acuerdo para que las partes en litigio vuelven a encontrarse en una semana, tras aceptarse una oferta en ese sentido de los representantes de la Argentina. Pero, en especial, cuando por las redes sociales se filtró la frase con que Robert Cohen, abogado de los fondos Elliot y NML, respondió a ese convite: "Si quieren hablar sobre un acuerdo, ya saben dónde encontrarnos", dijo, escueto.

Esa contestación más los recaudos que esbozó tomar el juez en caso de que el país intente evitar los pagos (ver Página 8) parecieron convencer a los inversores de que la posibilidad de una salida negociada para esta confrontación abierta toda vez que aún cuando el país ensaye en este marco una propuesta de pago diferencial no enfrentaría el riesgo de tener que generalizarla al resto de sus acreedores porque lo haría para no incumplir una sentencia judicial.

Esto explica, por caso, que el bono Discount en dólares y emitido bajo ley neoyorquina haya clausurado el día con alzas de 1%, aun cuando el fallo de Griesa que quedó en firme no sólo obliga al país a pagar US$ 1330 millones sino que deja momentáneamente bloqueado el pago del próximo servicio de renta de ese bono en el exterior, previsto para el lunes 30 de este mes, por el que el Gobierno debería girar más de US$ 400 millones al exterior (el vencimiento es por US$ 900 millones, pero el resto se deposita localmente), porque, de hacerlo, se expone a que esos fondos sean incautados en beneficio de los holdouts. Las señales de distensión, que se trasuntan en el cierre positivo de la Bolsa (subió 3%) y los avances de 1 a 2% entre los bonos en dólares (que se ampliaron a 6% promedio en el caso de los cupones), también aparecieron en el mercado cambiario y financiero.

El dólar paralelo, que no tenía precio de venta tras el mediodía, volvió a tenerlo de las 15.30 en adelante para cerrar a $ 12,30, con una leve alza de 0,4%. Más evidente fue el movimiento del dólar arbitraje o contado con liquidación, que tras superar los $ 12,50 cerraría debajo de los $ 11 (-0,6%). La tasa de los préstamos entre bancos, que había trepado a 31,5% anteayer, retrocedió a 27,75% nominal anual.

El BCRA intenta tranquilizar

Además de tener congelado el dólar oficial desde hace dos semanas en $ 8,13 y reportar a diario un saldo positivo de sus intervenciones en el mercado cambiario (ayer sumó unos US$ 40 millones) el BCRA apostó ayer contra las expectativas de un nuevo salto devaluatorio vendiendo futuros de dólar a fin de enero a $ 9,67, cuatro centavos por debajo del cierre del mercado.