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La crisis congela el corazón de la zona euro

El Producto Bruto Interno (PBI) de la zona euro apenas avanzó 0,2% entre abril y junio. Alemania y Francia fueron, precisamente, las que dieron pie a pensar que la recuperación de la economía europea se aceleraba, con un crecimiento extraordinario entre enero y marzo (1,5% y 1% en tasa trimestral, respectivamente). Y son ahora las que dejan en punto muerto esa recuperación.
Foto: EFE
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En Alemania y Francia, el corazón del Viejo Continente, el crecimiento quedó congelado: en comparación con el fulgurante arranque de año, el Producto Bruto Interno (PBI) de la zona euro apenas avanzó un 0,2% entre abril y junio.

Alemania y Francia fueron, precisamente, las que dieron pie a pensar que la recuperación de la economía europea se aceleraba, con un crecimiento extraordinario entre enero y marzo (1,5% y 1% en tasa trimestral, respectivamente). Y son, ahora, las que dejan en punto muerto esa recuperación. La economía francesa está estancada (crecimiento trimestral nulo) y la locomotora alemana alcanza su peor registro (0,1%) desde que dejó atrás la Gran Recesión.

Todas las previsiones daban por hecho que el avance del segundo trimestre iba a ser, en el caso de las dos grandes economías de la zona euro, mucho más débil que en el arranque del año. En el primer trimestre, el PIB alemán se benefició de unas condiciones climáticas benignas, con lo que al habitual aporte del sector exterior se sumó un incremento extraordinario de la construcción. Y en Francia, fue la variación de existencias (el aumento de inventario de las empresas) lo que dio un empujón a la contabilidad. Pero lo que nadie había anticipado es que la recuperación hiciera una pausa tan brusca: para Alemania, el pronóstico medio de una encuesta de Reuters entre expertos era del 0,5% en tasa trimestral. En Francia, las primeras estimaciones apuntaban a un 0,3%, informa hoy el diario El País de España.

El estancamiento económico suma otra incógnita más a la endiablada ecuación que analizarán esta tarde los líderes de ambos países. El presidente francés, Nicolas Sarkozy, y la canciller alemana, Angela Merkel, pretenden reforzar las exigencias de consolidación presupuestaria y competitividad a los países más expuestos a las dudas de los mercados, antes de dar mayor fuste a la coordinación fiscal en la zona euro. Pero la ralentización pone en solfa el ajuste simultáneo de gasto público que se exige a varios países.

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