El Gobierno quiere que Shell refine más nafta
El secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, volvió ayer a emitir una medida que podría incomodar a la petrolera Shell: mediante la resolución 14, obligará a las empresas a refinar al máximo de su capacidad, algo que, según el Gobierno, sólo es incumplido por la compañía angloholandesa.
Hasta anoche, el efecto de la medida -que regirá a partir de su publicación en el Boletín Oficial- no parecía claro. Por un lado, la resolución, de sólo un párrafo, se ampara en la ley de abastecimiento, pero no habla de porcentajes ni fija cifras de refinación. Tampoco amenaza con sanciones en el caso de que no se cumpliera la orden. Dice, textual: "Hágase saber a las empresas vinculadas al sector de refinería de petróleo y derivados del mismo que deberán optimizar su producción a efectos de obtener los volúmenes máximos de su capacidad", informa hoy diario La Nación.
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La discusión versará desde hoy, entonces, sobre qué se entiende por volúmenes máximos . En principio, por cuestiones operativas, ninguna refinadora del mundo puede trabajar al 100%. Por otra parte, en Shell contestaron ayer, también de manera escueta, que su planta operaba al 90%, al igual que el resto de las empresas.
Efectiva o no, la medida constituye con seguridad un nuevo encontronazo entre la petrolera y el Gobierno por el precio de los combustibles líquidos. Shell es la única petrolera que no se ha sumado a los recientes anuncios de rebajas de precios y ha tenido, en los últimos 12 meses, demoras en los envíos de combustible al exterior por disposiciones del Gobierno. No está, sin embargo, hasta el momento, impedida de exportar.
La resolución de Moreno explica, en los considerandos, "que los productos derivados de los hidrocarburos constituyen un elemento indispensable para sostener el desarrollo económico", y "que es obligación del gobierno nacional mantener cubiertos los estándares de necesidad, a efectos de armonizar el crecimiento de los distintos factores de la producción".
Qué busca cada parte
La lógica del secretario de Comercio Interior es que si Shell no produce lo suficiente porque el precio del mercado interno no es atractivo -la nafta es hasta un 50% más barata que en otros países de la región-, deberá ser obligada a refinar y ese excedente la forzará a bajar los precios. Este razonamiento está sustentado en que se le impida también la posibilidad de exportar si no abastece al mercado interno.
La petrolera, en cambio, considera que no tiene que aplicar las rebajas porque en la Argentina no existe, al menos formalmente, el control de precios. Su negativa a hacerlo aleja a los consumidores de sus estaciones de servicio, algo que la favorece por una paradoja que el sector vive aquí desde hace cuatro años: ninguna empresa quiere vender en el mercado interno el producto que fabrica.
Los encontronazos entre Shell y el Gobierno empezaron en marzo de 2005, cuando la petrolera se negó a anunciar rebajas de precios por pedido oficial. Pese a que el resto de las petroleras superó meses después esos valores en los surtidores sin ninguna sanción, Shell soportó un llamado al boicot de parte del ex presidente Néstor Kirchner, bloqueos de piqueteros y un pedido de prisión para su máximo ejecutivo, Juan José Aranguren. El autor de ese pedido también fue Moreno.
La lógica del secretario de Comercio Interior es que si Shell no produce lo suficiente porque el precio del mercado interno no es atractivo -la nafta es hasta un 50% más barata que en otros países de la región-, deberá ser obligada a refinar y ese excedente la forzará a bajar los precios. Este razonamiento está sustentado en que se le impida también la posibilidad de exportar si no abastece al mercado interno.
La petrolera, en cambio, considera que no tiene que aplicar las rebajas porque en la Argentina no existe, al menos formalmente, el control de precios. Su negativa a hacerlo aleja a los consumidores de sus estaciones de servicio, algo que la favorece por una paradoja que el sector vive aquí desde hace cuatro años: ninguna empresa quiere vender en el mercado interno el producto que fabrica.
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