Rugby

Sudáfrica le dio de su propia medicina a Inglaterra

Los Springboks vencieron a los de la Rosa por 32 a 12 en base al mismo juego que hicieron los ingleses ante Nueva Zelanda. Demostraron que su juego sigue siendo muy efectivo.

sábado, 2 de noviembre de 2019 · 12:20 hs

Sudáfrica es el nuevo campeón del mundo en Japón 2019 y el juego de someter al adversario en base a su rigor físico le sigue dando sus frutos. Estas fueron las claves del triunfo sudafricano en la tarde de Yokohama:

- Sometió a Inglaterra en base al mismo juego que hicieron los ingleses ante los All Blacks: mucha presión, lo ahogó, no lo dejó realizar su juego y lo demolió en defensa, el tackle de los Books fue contundente. Inglaterra no pudo ganar la espalda de su rival.

- Aguantó mejor la presión que su rival, sufrieron menos los nervios de jugar una final, los pateadores de ambos conjuntos fallaron sus primeros penales pero también cometió menos errores que los de blanco.

- El scrum fue fundamental, doblegó siempre a Inglaterra, incluso robó un par de line y ganó varios metros con su imponente maul. 

- Hoy los hombres try fueron los wing sudafricanos: se escaparon en el score con los tries de Mapimpi y Kolbe, que aplicaron las destrezas que tiene que tener un definidor: habilidad, potencia y velocidad.

- No llegaron como candidatos y demostraron que son coperos, igualaron a los All Blacks en mundiales con tres cada uno.

-Realmente en Sudáfrica juegan los mejores por mas que lo hagan en Europa, los ejemplos son Steyn, Kolbe, De klerk, Monster, Le Roux, algo que en Argentina se podría imitar.

- Supieron sobreponerse de la derrota en el primer partido ante Nueva Zelanda y se pusieron como objetivo llegar a la final y lo hicieron.

- Tuvieron una pareja de medios que terminó siendo muy influyente a la hora de ganar lo partidos: el medio scrum, Fath The Klerk y el apertura Handre Pollard que con su patada a los postes sumó muchos puntos

El dato de color: Siya Kolisi, su capitán, es el primer jugador de raza negra en levantar la copa del mundo, y su discurso al final del partido es un ejemplo de unidad y humildad.