Copa Argentina

Los pibes de Gimnasia, a la altura de la historia

Al Lobo mendocino le faltó muy poquito para dar el batacazo y eliminar a River de la Copa Argentina. Con un plantel renovado, plagado de jóvenes promesas, se le plantó al campeón de América y lo hizo tambalear, pero la suerte no estuvo de su lado. Nada que reprocharse.

miércoles, 17 de julio de 2019 · 09:46 hs

Hay una generación de hinchas de Gimnasia y Esgrima que creció escuchando las historias más maravillosas del club, del Víctor y su ballet, de las grandes batallas en los Viejos Nacionales y de poner de rodillas a los clubes más grandes del país, pero que le tocó acompañar al club durante los años de sequía y ostracismo por los torneos federales. Una generación que en los últimos años empezó a reconciliarse con la historia saboreando las mieles del éxito con dos ascensos a la B Nacional en muy poco tiempo.

Por eso, aún sabiendo que iba de punto, tenía la ilusión intacta de poder dar el batacazo ante River Plate, nada menos que ante el River de Marcelo Gallardo, con todo lo que ello conlleva. Y, aunque no se pudo, guardará para siempre el recuerdo de la noche en que un grupo de pibes atrevidos hizo tambalear al campeón de América y acarició la épica.

A Diego Pozo le tocó reemplazar a José María Bianco y encarar una fuerte renovación del plantel tras la salida de más de 15 jugadores. Y lo hizo metiendo mano en los recursos de la casa, confiando en varios de los pibes a los que venía dirigiendo en el equipo de la Liga Mendocina. Y esos pibes estuvieron a la altura de la historia a pesar de no haber logrado el resultado tan anhelado.

A lo largo de los 90 minutos Gimnasia mereció ganarlo porque generó las situaciones más claras de gol y bloqueó todos los intentos del rival. Quizá, la falta de experiencia en este tipo de partidos y la ansiedad le jugó una mala pasada a la hora de definir ante la figura de Germán Lux.

"Nos enfrentamos al mejor equipo de América e hicimos un papel digno". Diego Pozo.

El partido dejó la sensación de que se le pudo haber ganado a River Plate, algo que debe servir de combustible para encarar lo que se viene, y quedó claro que hay material para proyectar a futuro. 

El plan que ideó Diego Pozo ante un rival que en los papeles lo supera en todas las líneas salió casi a la perfección, ya que no logró mantener el arco en cero como pretendía, pero pudo mostrarse sólido atrás para intentar golpear en los momentos justos. El DT superó la prueba y por eso dirigencia lo ratificó en el cargo para el que había sido asignado, en principio, sólo para enfrentar a River.

Con más tiempo de trabajo y adquiriendo confianza partido a partido, este plantel, cuya mayoría de jugadores no supera los 23 años de edad, puede afianzarse en el próximo torneo de la Primera Nacional y dar de qué hablar, si no en este torneo, en el siguiente.

A pesar de la derrota final, a suerte y verdad en los penales, estos jugadores dejaron bien en lo alto el nombre de Gimnasia. Pero también del fútbol nuestro, del mendocino de pura cepa, ya que 9 de los 14 futbolistas que sumaron minutos anoche son nacidos en nuestra provincia.

Por todo esto, este plantel no tiene nada que reprocharse y debe aprovechar este puntapié inicial para seguir soñando en grande. Y sobre la oportunidad perdida de volver a humillar a un grande como en las viejas y más gloriosas épocas Blanquinegras, nunca se olviden del dicho: "El fútbol siempre da revancha".

Después de todo, éste es el famoso Lobo...