Federer gritó campeón por décima vez en su ciudad natal

La leyenda de Roger Federer es infinita. Este domingo, el suizo ganó su décimo título en ATP 500 de Basilea al imponerse a Álex De Miñaur por 6-2 y 6-2 en una hora y 8 minutos de juego. De entrada, la conquista supone lo siguiente: el suizo sumó el trofeo número 103 de su carrera, el cuarto del año, ganando por quinto año consecutivo en casa.

Federer saltó a jugar ante de Miñaur con una clara ventaja: la experiencia. El suizo se enfrentó al australiano acumulando 13 finales consecutivas en Basilea (15 en total), con un balance de 74-9 en el torneo y a lomos de una racha de 23 partidos seguidos ganados de forma consecutiva en la pista central del torneo. Además, el suizo disputaba su 157ª final ATP Tour (102-54), en comparación con la seis de De Miñaur (3-2).

Nunca se habían enfrentado Federer y De Miñaur antes de la final de Basilea, y la salida en tromba del suizo dejó claro que no quería sorpresas. En 21 minutos, Federer mandaba por 4-1; en 35, el suizo se había hecho con el primer parcial desplegando todo su potencial en la central de Basilea.

Sin margen para nada, sin dejar un respiro, el suizo se puso 3-0 en el arranque, liderando todos los rincones de la final ante el joven australiano de 20 años. Y es que en menos de una hora, Federer ganaba 6-2 y 4-1, acercándose a pasos agigantados a la copa de campeón.

Prensa ATP Tour