Copa Argentina

Argentina: anemia y ensalada futbolística

En una gran confusión está inmerso Lionel Scaloni. Por ahora sin respuestas y cada vez con menos tiempo. 

jueves, 20 de junio de 2019 · 09:42 hs

Cuesta creer que la Selección argentina esté a una derrota de consumar la peor participación de la historia en una Copa América. Sí, la más floja de los 103 años que tiene la competencia y en la que la Albiceleste se proclamó campeona en 14 oportunidades.

Es que merece el lugar que ocupa en estos momentos por méritos propios, o a decir verdad, por falta de ellos. Fue Armani, el que hasta ahora era Dios en River y uno más en la Selección, quien le termina dando vida al equipo de Lionel Scaloni. Porque una derrota en el Mineirao hubiese sido prácticamente calamitosa de cara al futuro. Y también a la rica historia.

El entrenador asegura que Lautaro Martínez, tal vez el punto más alto del equipo, sale por una molestia. Mientras por otro lado, el mismo jugador declara que estaba para seguir en cancha. Incongruencias. Las mismas que se traducen en el campo de juego cuando ninguno de mitad de cancha en adelante sabe bien de qué juega o, en todo caso, cuál es el puesto que le asigna el DT.

Lo Celso por el eje, pero también por derecha. El 9 es Agüero, luego Lautaro y finalmente el Kun. Paredes por izquierda, pero también en el centro del campo al lado del jugador del Betis. Di María por izquierda, luego De Paul y el Fideo nuevamente. Toda una gran ensalada preparada en 180 minutos, entre Colombia y Paraguay.

Lo cierto es que la mejor versión de esta Selección se vio con el Kun, Messi y Lautaro en cancha, siempre dentro de un marco de anemia futbolística y más allá de lo desprotegido que puede quedar el fondo con este triángulo ofensivo. Una gota de agua en el desierto y nada más. Aunque sirve para ver la forma de generar una idea concisa.

Argentina está al borde del abismo pero también con la certeza de que un triunfo lo posiciona entre los mejores ocho equipos de la copa. Y de ahí en más será otra historia, en este mata mata, como le dicen los brasileños, a la fase de eliminación directa.