La historia de Majdalani y Bosco, la dupla de vela que supo "bajar a Lange del póster"
Los argentinos ganaron la medalla de plata en Nacra 17. El comienzo de ella con “miedo al viento” y el vínculo de él con la familia Lange. Los ascendentes logros desde que se quedaron sin Tokio 2020.
En la mañana del jueves Argentina sumó su segunda medalla en los Juegos Olímpicos de París 2024. Al oro de José Torres en ciclismo BMX freestyle se sumó la plata conseguida por Mateo Majdalani y Eugenia Bosco en la clase Nacra 17 de vela. Y atrás del undécimo podio en la historia del gran yachting argentino hay una historia que involucra y mucho a Santiago Lange, referente de la disciplina y oro en Río 2016 junto a Cecilia Carranza.
La historia “a la sombra” de Lange
Mateo Majdalani nació en Buenos Aires hace 30 años y comenzó su aventura en el agua cuando tenía 8, en el Club Náutico de San Isidro. Allí conoció a Klaus Lange, hijo de Santiago, y desde entonces entabló una buena relación con el padre de la familia, que le ha dado al país tres medallas olímpicas (bronce en 2004 y 2008 y oro en 2016). Majdalani primero compitió en Optimist y en la Clase 29er hasta que a los 19 años el propio Santiago Lange le propuso ser parte de su equipo de vela. Por supuesto, el abanderado de Tokio 2020 se convirtió en un ídolo para el adolescente que daba sus primeros pasos. Y Majdalani incluso llegó a relevarlo para competir junto a Cecilia Carranza en Nacra 17 cuando Lange no pudo hacerlo a raíz de su cáncer.
Por el otro lado, Eugenia Bosco nació en San Pedro y también empezó en el deporte de chica, en el único club náutico de su ciudad donde se enseña optimist, el del entrenador Nano Luppi. Al principio, cuentan sus allegados, no lo disfrutaba; pero lo hacía porque su hermano Santiago también lo practicaba. “A Eugenia le daba miedo cuando una rachita de viento le arrastraba el barco, había que ir a buscarla y acompañarla”, contó una vez Luppi, su primer formador. Más tarde, Bosco continuó su formación en el Yacht Club Olivos y en 2013, con 16 años, participó del Mundial de Dinamarca en 29er junto a su hermano Santiago. Terminaron 40º de 216 barcos, pero su padre luego se lamentaría algún conflicto familiar: “Uno como papá se enteró después de que venían muy bien el primer día, pero después se pelearon arriba del barco y tiraron el Mundial, que sale mucha plata, por la borda”.
En 2017, Eugenia Bosco y Mateo Majdalani unieron caminos e inauguraron una dupla que hoy tiene como objetivo nada menos que un oro olímpico. Desde ese momento debieron enfrentarse a Lange y Carranza, flamantes campeones olímpicos, como sus rivales; algo que significó un paso de madurez para dos atletas que sin duda tenían a Lange, 32 años mayor, como referente. Majdalani, en una entrevista pasada, explicó: “Obviamente desde que soy muy chico él es una figura reconocida y sin dudas que nos marcó en nuestros inicios. Creo que llega un punto que cuando es una competencia hay que tomarlo como cualquier otro rival y uno tiene que bajar de ese pedestal al ídolo porque si no es difícil competir contra alguien que se le tiene tanto respeto”.
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La dupla Majdalani-Bosco consiguió buenos resultados enseguida y estuvieron cerca de ir a Tokio 2020 (2021), pero se decidió que los representantes en dicha cita olímpica fuesen Lange y Carranza, campeones cinco años antes, que además luego serían abanderados de la delegación argentina en Japón. Por eso, el de San Isidro y la de San Pedro representaron a Argentina en los Juegos Panamericanos 2019; y lograron colgarse la medalla de plata. Siguieron creciendo arriba del barco al punto que en 2023 superaron al propio Santiago Lange y a Victoria Travascio en el selectivo argentino. Y ese año, además, se llevaron la medalla de oro en el Nacra 17 de los Juegos Panamericanos de Santiago. Antes de París 2024, Majdalani ponderó la experiencia adquirida: “Desde 2017 estamos juntos y cada vez mejor. Lógicamente, la edad no es la misma respecto de cuando empezamos. Los años se sienten mucho, hay otra madurez, una solidez distinta y se nota en la forma en que encaramos las cosas”.
Los dos viven en España por distintos proyectos personales y se las ingenian para entrenar en dos continentes. “La logística estando en la Argentina, entrenando con un barco allá y otro acá, trayendo cosas y demás, siempre es bastante compleja. Y más en el barco que navegamos, que requiere demasiado trabajo”, contó Bosco. Pero el esfuerzo dio sus frutos y los argentinos consiguieron un nuevo podio para el país en París 2024, en una disciplina que le ha dado mucho al deporte nacional. Solo el boxeo aportó más medallas que el yachting en la historia de los Juegos Olímpicos. Son 11 en total: una de oro (Lange y Carranza en 2016), cinco de plata y cinco de bronce.
Cómo consiguieron la medalla de plata
Majdalani y Bosco terminaron séptimos en la Medal Race, por lo que totalizaron 55 puntos y culminaron segundos en la general, solo por detrás de la pareja italiana compuesta por Ruggero Tita y Caterina Marianna Banti, que fueron segundos en la regata final y cosecharon solo 31 unidades. El bronce fue para la dupla neozelandesa Micah Wilkinson y Erica Dawson, que fueron octavos en la Medal Race y no pudieron arrebatarle el segundo lugar de la tabla a los argentinos, ya que alcanzaron los 63 puntos. La pareja de Gran Bretaña, que era la otra que pugnaba por un lugar en el podio, fue descalificada de la regata final por un adelantamiento indebido y quedaron en el cuarto lugar con 63 unidades.