Sonríe Estudiantes: Javier Altamirano recibió el alta definitiva y vuelve a entrenarse con normalidad

Hace casi cinco meses, el pasado 17 de marzo, un fuerte episodio estremeció a La Plata y a todo el fútbol argentino. Durante el partido entre Estudiantes y Boca por la fecha 11 de la Copa de la Liga, Javier Altamirano debió abandonar el campo de juego luego de una descompensación que preocupó a todos y que luego los análisis médicos arrojarían que se trataba de una trombosis cerebral en seno longitudinal superior.

El jugador debió estar diez días internado hasta recibir el primer alta médica. Desde entonces, estuvo sin actividad futbolística, realizándose numerosos chequeos y atravesando distintos tipos de tratamientos. En mayo volvió a entrenar de manera diferenciada, para evitar choques y riesgos mayores. Finalmente, este martes se sometió a unos últimos estudios médicos que determinarían si podría volver a jugar al fútbol o si debía retirarse de manera definitiva.

Afortunadamente, los resultados fueron los mejores posibles. Este miércoles, el Pincha hizo el anuncio más esperado en sus redes sociales: "Parte Médico: Javier Altamirano recibió el alta médica y a partir del día de hoy se suma al grupo de manera normal. ¡A meterle, Javi!", reza el post junto a una foto del futbolista con la ropa del club en en el campo de entrenamiento.

Fue clave también la decisión del mediocampista chileno, ya que con el avanzar de los tratamientos y la suspensión de la medicación, se había descartado la posibilidad de que la trombosis fuera producto de la actividad futbolística, sino que podría haber ocurrido en cualquier otra circunstancia. Pero tampoco se podía afirmar que no le volvería a suceder en un futuro, por lo que la determinación final corría por cuenta del jugador.

Por lo que se ve, la postura fue la de volver a jugar. Por lo tanto, será cuestión de esperar a ver cuánto tiempo le llevará recuperar la forma futbolística y cuándo volverá a ser convocado por Eduardo Domínguez. Pero lo concreto es que 150 días después de aquel escalofriante momento en el Estadio UNO, Altamirano y Estudiantes pueden permitirse sonreír.