Gimnasia perdió con San Martín de San Juan y quedó en las puertas del ascenso

Gimnasia y San Martín de San Juan, al menos en su primera parte, jugaron el partido como una verdadera final. Con un manojo de nervios de ambos lados que jamás permitió tener un dominador claro que se haga de la tenencia. Así, los primeros 45 minutos murieron en una merecida igualdad.

Hubo un pequeño dominador, pero dominador al fin, y ese fue el Verdinegro. Desde los pies sensibles del Pulpito González como director de orquesta parado de enlace más el vértigo por las bandas de Casa (en la izquierda) y Montaña (en la derecha) aunque sin chances netas y claras de gol.

Del lado del Lobo, la jerarquía de siempre de Padilla y los intentos en la zurda de Solís en modo extremo pero insuficiente para un primer tiempo con un equipo que jamás pudo imponerse desde la posesión. Desaparecido Romano y desconectado Puch, al Tanque Silba no le llegó nunca la pelota limpia.

Nulo de emociones, la única jugada que rompió el molde fue para San Martín con la fórmula del ataque en las bandas: desborde de Casa, centro al segundo palo y un gol de otro partido de Montagna. El 11 la agarró de tijera y la incrustó en el ángulo derecho de un Tagliamonte vencido. Sin embargo, VAR mediante, el tanto fue anulado porque la pelota cruzó la línea de meta antes de que Casa envíe el centro.

Después, el fútbol deambuló en el barro de la mitad de cancha, lejos del propio Tagliamonte y Borgoño, que fueron casi espectadores de lujo de una final que por el momento no tiene emociones fuertes.

En el complemento, Gimnasia se animó adelantándose unos metros en el terreno de juego y tuvo en el oportunismo de Luis Silba el primero. Asistencia frontal de Puch y conexión directa con el Tanque, que definió alto (tanto el 9 como Nazareno Solís pidieron un penal inexistente). 

Cumplidos los diez minutos, San Martín rompió finalmente el cero: tiro libre de Pulpito González y conexión directa con su tocayo Federico, que le puso la cabeza a un centro preciso y quirúrgico para ganarle a Diego Mondino y vencer a Matías Tagliamonte para el 1 a 0.

Ezequiel Medrán intentó dar un golpe de efecto con el ingreso de Gastón Espósito por Fermín Antonini, desarmando el tándem en el doble cinco con Ignacio Antonio más Aaron Spetale por Puch para sumar más presencia adentro del área. Del otro lado, Antuña modificó en el pieza por pieza su dupla de ataque.

Cuando en el partido pasaba poco, San Martín de San Juan liquidó la historia: centro de la izquierda y cabezazo del ingresado Fúnez para vencer a un Tagliamonte que nada pudo hacer. El 2 a 0 dejó al Lobo contra las cuerdas, aún con un cuarto de hora en camino.

Datos del partido