El show de Riquelme en el palco: puño apretado, su reacción a los goles de River y el festejo final

Como el resto de los hinchas, Juan Román Riquelme vivió la consagración de Boca con mucho sufrimiento y con un ojo en Avellaneda. Acompañado por su hermano Cristian y Mariano Herrón, el vicepresidente vivió el partido de manera especial y, como siempre, con mate en mano en su palco durante los 95 minutos del partido ante Independiente.

El primer momento bisagra de la tarde en la Bombonera fue el primer tanto del Rojo en los pies de Leandro Fernández. Según captó el ojo de Paso a Paso, Riquelme se dio vuelta para ver si había sido penal de Luis Advíncula en su televisor. Luego, se cebó un mate y siguió con su apariencia tranquila pese al resultado adverso.

Las cosas volverían a su lugar rápidamente. Pol Fernández peinó el centro de Óscar Romero para el empate y el ídolo, al igual que en el gol de Gonzalo Morales ante Vélez, metió puño apretado. Sin embargo, esta vez fue sostenido, lo que demuestra la importancia de haber conseguido el 1-1 rápidamente.

Ya en el segundo tiempo, Sebastián Villa frotó la lámpara y, al mejor estilo Riquelme, la clavó en el ángulo con un tiro libre imposible para Milton Álvarez. La Bombonera estallaba porque el título estaba más cerca que nunca, pero el vicepresidente mantenía la calma: revolvió el mate con la bombilla y a seguir pendiente del encuentro.

Luego, el Rojo comenzó a avanzar en el campo y ahí fue cuando se agigantó la figura de Agustín Rossi. La gente de Boca ovacionó al arquero, pero el exenganche no se inmutó y siguió con su ronda de mates. Mientras tanto, Racing pasaba al frente, por lo que Riquelme cambiaba de canal para ver cómo había sido el tanto de Matías Rojas, una imagen que se repetiría conforme avanzó la tarde.

Los xeneizes gritaban el gol de River cuando el pibe Vallejo metió el frentazo para el 2-2 de Independiente. Y, de nuevo, Román agarró el control remoto y puso el partido de Racing. En Avellaneda también había empate, pero faltaban las mayores emociones.

Minuto 44. Racing tuvo un penal para sellar el campeonato, pero Franco Armani atajó el tiro de Galván y el vice, por última vez, cambió de canal para ver lo que sucedía en el Cilindro. Con el título consumado, se abrazó con su hermano y recibió una ovación de la gente. Al igual que todo Boca, Riquelme está feliz, pero sufrió mucho en el camino al campeonato.