Mano a mano

Matías Alasia, el cordobés que se convirtió en símbolo del deporte mendocino

En un mano a mano con MDZ, Alasia agradeció sus conquistas deportivas, enalteció el rol de su familia y dejó una importante reflexión.

Antonella Arcangeletti
Antonella Arcangeletti martes, 2 de febrero de 2021 · 18:50 hs
Matías Alasia, el cordobés que se convirtió en símbolo del deporte mendocino
Foto: Prensa Deportivo Maipú

Matías Alasia nació en Córdoba, pero se convirtió en una gran figura del deporte de Mendoza al ser protagonista de dos capítulos dorados de su historia.

El arquero supo ser una pieza clave en el ascenso a la Primera Nacional conquistado por Deportivo Maipú el pasado domingo y repetir la hazaña, luego de haber ascendido también con Gimnasia y Esgrima en el 2014.

Pero las emociones de Alasia tras el grito de campeón y el salto de categoría se vieron eclipsadas por otra noticia: en medio de los festejos, el cordobés anunció su retiro del fútbol profesional. ¿El principal motivo? Su familia.

"Ahora quiero cumplirle a mi familia y disfrutar día a día de ellos".

Van pasando los días desde el ascenso, ¿toma otra perspectiva lo conseguido?

“Sigo teniendo sentimientos encontrados: felicidad por el logro obtenido y tristeza al recibir mensajes de mis compañeros de equipo, hinchas, familiares y amigos. Soy muy sentimental y no paro de llorar ya que fueron muchos años detrás de la pasión que genera el fútbol. Sabía que un día esto iba a finalizar y finalizó con la mayor alegría que te da este deporte que es salir campeón”.

Matías Alasia cumplió una promesa y cruzó la cancha de rodillas junto a Pedro, el utilero del club. Foto: Prensa Maipú

Nadie puede negar la incidencia de Alasia en el fútbol de Mendoza. Al arquero lo recordarán con cariño en las tribunas del Lobo y del Cruzado, tras haber conquistado títulos y ascensos, quedando en la historia grande de ambos clubes.

 ¿Qué diferencias hay entre este ascenso con Maipú y el logrado con Gimnasia?

“Todos los ascensos son importantes porque en ambos equipos hemos marcado una historia. Hasta el día de hoy se recuerda el ascenso en Córdoba (con Gimnasia y Esgrima) y el de Maipú se lo recordará de por vida ya que pasaron 29 años para que el club esté de nuevo en la B Nacional. Fue un placer haber sido protagonista en ambos y estoy agradecido tanto a Gimnasia como a Maipú por ser parte de su historia”.

Pero el fútbol también tiene sus lados negativos. Los entrenamientos, las concentraciones y los viajes suelen mantener a los futbolistas lejos de sus familias por largos períodos. En este sentido, Alasia tomó una conmovedora decisión que tiene a sus hijos como protagonistas.

¿La decisión de retirarte la venís pensando hace mucho? ¿Qué tan difícil fue?

“Hace prácticamente 1 año y medio que la vengo pensando, desde el día que viví una situación con mi hijo y empecé a darme cuenta de muchas cosas que a veces el jugador de fútbol se pierde. Pasaron los días, arreglé en Maipú; me costó separarme de la familia, viajaba cuando podía y cada vez que me volvía se repetía la misma imagen en mi cabeza. Luego pasó la pandemia y compartí mucho tiempo junto a ellos (familia), pero ya había dado la palabra al club que volvía y bueno, me dije internamente: ‘voy a conseguir el objetivo y regreso con ellos’. Me despedí en grande, es un premio que me dio la vida poder cumplir con la palabra hacia el club, haber conseguido el ascenso y ahora cumplirle a mi familia y disfrutar día a día de ellos”.

¿Qué valor tiene la familia en tu vida y en tu carrera?

“La familia lo es todo, desde mis padres, hermanos, abuelos y tíos, hasta hoy mi esposa y dos hijos. Fueron importantes en distintas etapas de mi carrera: mis padres cuando aceptaron que me vaya a cumplir mis sueños a los 14 años a Rosario y ayudarme a lo largo de mi etapa como futbolista; luego mi señora que pasó a ser mi compañera de vida donde fuimos aprendiendo muchas cosas y yendo de una ciudad a otra tras mis sueños, por eso hoy deseo poder disfrutar día a día de ellos”.

“Quiero volver a ser un padre y esposo día a día, volver a reencontrarme con mis amigos de la infancia y compartir una juntada".

Con la decisión tomada, la experiencia de tantos años le permite hacer un análisis crítico de su carrera e incluso aconsejar a los más jóvenes, pero siempre enmarcado en la pasión que despierta la pelota.

Si tuvieses que elegir algo que te hayan dejado todos estos años de carrera, ¿con qué te quedás?

“El fútbol es muy difícil, hay muchas cosas que no son como parecen. Me quedo con la palabra pasión que es lo que corre dentro de nosotros cuando vemos una pelota y podemos disfrutar de ella, es la única que no se mancha, como dijo el Diego. Me quedo con los momentos vividos en cada entrenamiento, charlas, concentraciones, viajes, partidos, son momentos únicos que se disfrutan”.

Desde la experiencia, ¿qué consejo le darías a las generaciones de futbolistas más jóvenes?

“Que vivan con pasión lo que hagan y que siempre se puede crecer, no hay edad para el crecimiento; que sean perseverantes que el fútbol te puede sorprender en un instante y que luchen por los objetivos que se ponen en su vida porque cuando uno desea con ganas y busca lo que se propuso ¡se logra!”.

Foto: Prensa Maipú

Finalmente llegó el momento de ver qué hay más allá. Concluyendo su carrera, podrá disfrutar de otras pasiones, pero hay una que tendrá prioridad: su paternidad.

¿Qué hay más allá del fútbol en tu vida? ¿Tenés alguna otra pasión?

“A pesar del fútbol siempre me gustó hacer deporte: tenis, paddle, vóley. Disfruto mucho andar en bicicleta en el pueblo e irme al campo disfrutar el aire puro, caminar y en la época de caza ir a cazar junto a mi padre”.

¿Cuáles son tus planes a partir de ahora?

“Volver a ser un padre y esposo día a día, volver a reencontrarme con mis amigos de la infancia y compartir una juntada o una charla que no pude tener en la adolescencia, pero siempre hay tiempo para eso y sé que lo voy a volver a construir. Seguramente seguiré jugando al fútbol en el pueblo, pero con la conciencia tranquila que cada noche dormiré junto a mis hijos ya que hace tiempo que no vivo ese momento. La idea es poner una escuela de arquero junto a la persona que me entrenaba cada vez que iba de vacaciones (Miguel Raschetti) para que regrese de la mejor manera a cada pretemporada”.

Luego de una decisión tan difícil no abundan las certezas. Pero sí hay una: Matías Alasia se convirtió en símbolo y así lo recordarán los hinchas de Gimnasia, de Maipú y de todo el fútbol mendocino.

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