B Nacional

Una campaña para inflar el pecho

Gimnasia y Esgrima concluyó su participación en el torneo 2018/19 de la B Nacional con un sabor amargo por no poder avanzar en el Reducido, pero con el orgullo de haber realizado una gran campaña en su regreso a la divisional.

miércoles, 15 de mayo de 2019 · 13:22 hs

Durante las décadas de los '70 y '80 Gimnasia y Esgrima se acostumbró a ser el protagonista excluyente del fútbol mendocino a nivel nacional. El Lobo disputó nueve ediciones del viejo Campeonato Nacional, en las que supo hacer historia con equipos que se le paraban de igual a igual a cualquiera, dando de qué hablar sobre todo en sus primeras participaciones, con el Víctor y su ballet.

Tras su último Nacional, en 1984, el Blanquinegro fue perdiendo protagonismo, merodeando por los torneos federales, hasta que en diciembre de 2014 logró ascender por primera vez a la B Nacional. El club del parque volvía a disputar un torneo de AFA pero la travesía en la segunda categoría nacional duraría apenas un año.

Dos años y medio después, a mediados de 2018, Gimnasia lograría retornar a la Primera B Nacional, con el gran desafío de conseguir la permanencia, afianzarse de a poco en la divisional y, después sí, empezar a soñar con algo grande.

Sin embargo, en su primer año de regreso a la categoría el Lobo hizo ilusionar a todo su pueblo y se animó a pelear por un ascenso a la Superliga. Llegó a meterse en el Reducido y fue eliminado por Almagro por la ventaja deportiva del Tricolor, que no lo superó en los dos partidos de la serie. A pesar del trago amargo de la eliminación, en la calle Lencinas deben inflar el pecho por la campaña realizada y aprovecharla para echar raíces en la categoría sabiendo que se puede aspirar a más.

Los números del equipo de José María Bianco muestran que terminó séptimo en la tabla de posiciones con 37 puntos, a sólo 9 de Sarmiento y Arsenal, que terminaron jugando un desempate que determinó el ascenso de los del Viaducto. Además, Gimnasia contó con el goleador del campeonato, Patricio Cucchi, quien se despachó con 15 tantos al igual que Pablo Vegetti de Instituto.

Ese rendimiento le permitió asegurarse la permanencia y terminar, junto con Central Córdoba, con el mejor promedio de los indirectamente afiliados a la AFA, lo cual le brindará además cierta tranquilidad para encarar el torneo que viene.

Lo conseguido por Gimnasia en este campeonato debe servir de base para el futuro. Este primer año en el Nacional termina con un saldo más que positivo, pero con varios aspectos a tener en cuenta.

En lo netamente futbolístico, a pesar de los resultados conseguidos, al Lobo le faltó un funcionamiento fluido que se afiance y consiga regularidad, algo que reconoció el propio entrenador. "De las cosas negativas lo principal ha sido el fútbol, porque nunca fuimos un equipo que jugamos bien al fútbol", analizaba el Chaucha antes de lograr la clasificación al reducido, aunque destacaba que "al equipo le falta fútbol pero siempre tuvo mucha actitud".

Dicha falta de regularidad se notó en la diferencia de los puntos cosechados en casa y los conseguidos como visitante: el Lobo logró 28 puntos en su estadio, lo que le permitió ser el de mejor rendimiento en todo el torneo jugando como local, y apenas 9 jugando afuera.

Con respecto a los refuerzos, aunque no llegaron incorporaciones estelares que hayan deslumbrado, la dirigencia y el cuerpo técnico acertaron más de lo que erraron, aunque hubo varias lesiones que le jugaron una mala pasada al equipo.

Apenas logrado el ascenso, llegaron 11 refuerzos. Lucas Márquez, Lucas Baldunciel y Sebastián Matos fueron, de esos refuerzos, los que más jugaron. El defensor disputó absolutamente todos los partidos del torneo como titular; el volante jugó desde el arranque en 22 ocasiones, aportando tres goles; y el delantero fue titular en 19 partidos, aunque su producción goleadora se limitó a tres dianas. Detrás aparece Gonzalo Bazán con 16 partidos jugados, once de ellos como titular, Juan Bauza, quien disputó 20 partidos, sólo 4 como titular; y Mateo Acosta con 16 presencias, tres desde el inicio.

Emmanuel García disputó siete partidos en la primera parte del torneo y durante la pretemporada quedó marginado por una lesión, al igual que Luis Castillo, quien se fracturó a fines del año pasado cuando empezaba a ganarse un lugar entre los once. Mientras que Julián Fernández y Marcos Rivadero nunca se ganaron un lugar y el arquero Rodrigo Lugo apenas disputó tres partidos durante una lesión de Marchiori y terminó emigrando al ascenso de Ecuador.

Para el segundo semestre llegaron Lucio Compagnucci y Diego Auzqui, y entre la mala fortuna y el discreto rendimiento, no aportaron demasiado. Compagnucci se rompió los ligamentos una semana después de arribar a Mendoza y no alcanzó a jugar ni un partido. Auzqui, por su parte, llegó para ser titular y en su debut marcó un gol, pero luego se fue desinflando, perdió el puesto en la fecha 20 y en los últimos tres partidos, ante Instituto y la serie contra Almagro, vio todo desde el banco.

Finalmente, Bianco también le dio lugar y continuidad a algunos jugadores del club que se ganaron un lugar y dejan abiertas las puertas para que la cantera de Gimnasia siga dando sus frutos. Tomás Marchiori se afianzó en el arco y no sintió la presión de hacerse cargo del puesto tras la salida de Matías Alasia, mientras que el joven Tomás Giménez respondió cuando tuvo que ingresar. Además Santiago López, quien llegó el año pasado desde las inferiores de Academia Chacras para jugar en la Liga Mendocina, hizo su debut ante Agropecuario y terminó jugando como titular los últimos partidos.

El predio de Gimnasia sigue creciendo (PRENSA GIMNASIA Y ESGRIMA).

El predio del aeropuerto, que día a día va mejorando sus instalaciones y prestaciones, será una pieza clave en el desarrollo de los juveniles para que, de a poco, los jugadores surgidos del club empiecen a ganar presencia en el primer equipo.

Ahora llega el momento de descansar y empezar a delinear el proyecto para el campeonato que viene, en el que ya no contará con su principal figura, Patricio Cucchi, quien anunció que no seguirá vistiendo la camiseta Blanquinegra y es la primera baja sensible para la próxima temporada.

Gimnasia va por buen camino y no debe desesperarse. La prioridad ante todo tiene que ser afianzarse en la categoría sin hipotecar el club.

Después de años de ostracismo en el plano nacional, la familia Mensana debe inflar el pecho por la campaña realizada en su regreso a la B Nacional. Ya llegará el momento de dar el salto.