Presenta:

Un 31 de agosto, el peor día en la historia del fútbol argentino

Justo en la fecha del clásico ante Uruguay, pero hace 48 años, nuestro seleccionado sufría su máxima frustración de cara al Mundial de 1970.
817907.jpg

El 31 de agosto, de hace 48 años, fue el peor en la historia del fútbol argentino, porque por única vez un seleccionado nacional no logró clasificarse para una Copa del Mundo, en aquella ocasión la de México 1970, al igualar 2 a 2 como local con Perú en la Bombonera con aquellos dos recordados goles del delantero visitante Oswaldo 'Cachito' Ramírez.

Aquel 31 de agosto de 1969 determinó la única ausencia sufrida por Argentina en un Mundial al ser eliminado en un campo de juego, ya que las tres veces anteriores en que no pudo decir presente, en Francia 1938, Brasil 1950 y Suiza 1954, las razones fueron políticas.

En ese año 1969 la AFA tuvo cuatro interventores que fueron Armando Ruiz, Aldo Porri, Oscar Ferrari y Juan Martín Oneto Gaona, siendo el primero de ellos, vinculado a Racing Club, quien designó a una gloria de su club como Humberto Maschio para dirigir a la selección, pese a su poco experiencia como entrenador, con la nada sencilla misión de clasificarse para el Mundial.

Sin embargo Maschio renunció un mes antes de las eliminatorias a raíz de las flojas performances del equipo en los cotejos preparatorios, y Ruiz se fue detrás suyo. Entonces su sucesor, Porri, nombró en el cargo a una figura histórica del fútbol argentino como Adolfo Pedernera.

Argentina fue incluida en el Grupo 9 de las eliminatorias sudamericanas, según el formato de entonces, junto a dos rivales considerados "accesibles" como Perú y Bolivia.

En el debut registrado el 27 de julio de 1969, en La Paz, ante Bolivia, el seleccionado argentino perdió por 3-1, mientras que una semana después, en Lima, volvió a caer, en esta ocasión ante Perú, por 1 a 0. Por el mismo resultado le iba a ganar a Bolivia en Buenos Aires el 24 de agosto, lo que lo obligó a ganarle a Perú el 31 de ese mes en la Bombonera a los peruanos como única opción para viajar a México.

Sin embargo, una noche inspirada de 'Cachito' Ramírez enmudeció a la colmada cancha de Boca Juniors, que puso dos veces en ventaja a su equipo, igualando primero el tucumano José Rafael Albrecht de tiro penal y después, cuando el partido se moría, Alberto Rendo, pero el empate favorecía a los peruanos y sorpresivamente terminaron siendo ellos los dueños del boleto que los llevó a México el año siguiente.

"De aquel partido recuerdo la corrida que hice desde la mitad de cancha hasta dentro del arco para empatar 2 a 2 y el regreso a la misma velocidad para sacar rápido del medio porque casi no había tiempo de nada. Fue una pena que nos quedáramos afuera, pero a mi eso no me afectó para el futuro, porque siempre quería ganar y no me bajoneaba nunca", le contó a Télam 'Toscano' Rendo, que supo jugar y ser querido por igual en San Lorenzo y Huracán.

"Pero yo solo no era así, sino la mayoría de los que estábamos en la selección en aquella época. De hecho, Amadeo Carrizo fue a la Copa de las Naciones de 1964 que ganamos en Brasil cuando le venían diciendo de todo después del desastre de Suecia en 1958, cuando nos goleó Checoslovaquia", recordó.

Rendo aseguró que para él aquella Copa de las Naciones "fue como un Mundial para Argentina", y al respecto sostuvo que lo importante en los equipos es que "todos crean en los delanteros, porque son los que ganan los partidos".

"En mi vida futbolística me identifiqué mucho con la camiseta de la selección porque la vestí desde los juveniles. Y en la puja entre César Menotti y Carlos Bilardo siempre me identifiqué con el 'Flaco', pero respeto mucho al ´Narigón'", confió.

"A mi me gustan los jugadores desobedientes, porque esos son los que al final les hacen ganar partidos a los técnicos. Lo que vale es la improvisación. Por eso a (Jorge) Sampaoli le recomiendo que los deje jugar a los muchachos. Para mi la tecnologìa en el fùtbol no va. Lo que sirve es el entrenamiento en el campo", concluyó un Rendo que a los 77 años sigue respirando fútbol como cuando era un 'carasucia'.