Qué es un "coach" holístico y cómo ayudó a ganar la Davis
Uno más uno son dos, pero a Juan Bautista Segonds la suma le da cuatro. O incluso cinco.
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Con esa extraña operación aritmética, aunque vaya contra toda ley matemática, se resume el trabajo de Bautista Segonds, el entrenador holístico que ayudó con su filosofía y sus terapias a que Argentina ganara en noviembre la primera Copa Davis de tenis de su historia.
Desde que se unió al conjunto capitaneado por Daniel Orsanic en enero de 2015, Bautista Segonds buceó en la intimidad de los tenistas albicelestes para formar un equipo en el que todos, jugadores, técnicos, ayudantes, colaboradores y dirigentes remaran en la misma dirección. Todo un reto en el tenis argentino, mucha veces fagocitado por egos y luchas internas.
"Un 'coach' holístico implica todo. El ser humano tiene cinco cuerpos: físico, psicológico, emocional, energético y espiritual", cuenta Bautista Segonds a la agencia dpa en un tono filosófico. "Cada uno de esos cuerpos tiene que alinearse para que se genere un estado de conciencia ampliada y para que suceda la sinergia, es decir, que uno más uno pase a ser cuatro o cinco".
El holismo es una corriente filosófica según la cual el "todo" es mucho más que la suma de las diferentes partes que lo componen. Traducido a la Copa Davis: un equipo es más que la suma de los jugadores.
Argentina jugó todas las series de 2016 de visitante y no tenía a los mejores jugadores del circuito. De hecho, Leonardo Mayer y Guido Pella vivieron una temporada muy gris en el circuito ATP. "Pero cuando venían al equipo de la Copa Davis se crecían y sacaban lo mejor de ellos", dice el entrenador holístico.
Pella y Mayer lograron dos puntos vitales para que Argentina venciera a Reino Unido en semifinales. Ganaron a jugadores que estaban por delante suyo en el ranking en una muestra de confianza desbordante. Pella acabó la temporada con 16 victorias y 23 derrotas, mientras que Mayer lo hizo un un récord de 12-15.
Bautista Segonds, de 47 años, fue jugador de rugby, quizás el deporte donde más importante sea la palabra "equipo", y después creó la fundación Rugby Sin Fronteras. A través de Daniel Montero, miembro de la Asociación Argentina de Tenis (AAT), entró en el equipo de la Copa Davis en enero de 2015.
Y en la primera serie de locales, los cuartos de final de 2015 ante Serbia, el equipo tuvo un gesto que Bautista no olvida. "El lunes anterior a la competencia hicimos una cena. Preparamos la comida e invitamos a todos los encargados de construir el estadio, a los cancheros, a la seguridad, a toda la gente de la comisión, a los colaboradores y cuerpo técnico. En esa cena los mozos fueron los jugadores y Daniel Orsanic y Mariano Hood".
"En esa serie ante Serbia ellos eran los favoritos, pero nosotros hicimos los tres puntos sin problemas. Habíamos adquirido un estado de conciencia brutal", añade Bautista Segonds.
El tenis es un deporte individual como pocos. "Pero a la vez es de equipo", intercede el técnico. "Aunque sólo hay un protagonista en la cancha siempre representa a un equipo de trabajo, mánager, preparador físico, técnico. Y más aún cuando uno representa a un país".
"Nosotros nos pusimos como objetivo que el equipo de Copa Davis fuera un referente de unidad, de solidaridad, respeto y trabajo en equipo, humildad. Para que los chicos argentinos crezcan en ese ejemplo y se logre una identidad nacional", añade Bautista Segonds.
Así nació el lema de "un equipo, un país, un sueño" que acompañó al conjunto albiceleste en cada viaje. "Es que cuando alguien juega por un propósito superior recibe asistencia superior. Nuestro propósito, más allá de ganar la Davis, era inspirar, mostrar unión, solidaridad, ser humildes y respetuosos", explica el entrenador holístico, un hombre inspirado en el líder sudafricano Nelson Mandela.
Esa visión es compartida al completo por Orsanic, que tras el triunfo en la final de Zagreb ante Croacia se mostró muy orgulloso por el título, pero más todavía por el mensaje.
"Este logro no es la culminación de nada, es parte del camino. Y el camino es seguir transmitiendo y generando ese sentido de identidad, el respetar al que tenemos al lado, el respetar a los jugadores, el respetar al cuerpo técnico. Ése es el logro mayor, es lo que me imaginé de entrada. También soñé con ganar la copa, obvio, pero el mensaje que estamos transmitiendo tiene el mismo valor que el logro deportivo", dijo el capitán.
El tenis argentino tuvo que esperar a su quinta final de la Davis para levantar la copa y en varias ocasiones fueron las peleas internas las que le apartaron del éxito.
"Si nos peleamos entre nosotros estamos emitiendo esa energía negativa. Estamos enviando a la gente que nos ve esa sensación de angustia, miedo, impotencia y bronca. En cambio, este equipo generó una energía positiva, una energía de emoción", asegura Bautista Segonds. "Hoy nuestro pueblo se siente orgulloso de ser argentino, cosa que no pasa frecuentemente".