Historias Malvineras dia 4

La conmovedora historia del maestro que partió a la guerra y nunca abandonó a sus alumnos

Días previos a cumplirse un nuevo aniversario de la gesta de Malvinas, Alejandro Signorelli, investigador del conflicto del Atlántico Sur, nos propone historias Malvineras en varios capítulos en MDZ.

Alejandro Signorelli jueves, 28 de marzo de 2024 · 08:00 hs
La conmovedora historia del maestro que partió a la guerra y nunca abandonó a sus alumnos
El maestro Cao con sus alumnos en la Escuela nro 32 de Gregorio de Laferrere que hoy lleva su nombre. Foto: el1digital.com.ar

“A mis queridos alumnos de 3ro D: 

No hemos tenido tiempo para despedirnos y eso me ha tenido preocupado muchas noches aquí en Malvinas, donde me encuentro cumpliendo mi labor de soldado: Defender la Bandera. 

Espero que ustedes no se preocupen mucho por mi porque muy pronto vamos a estar juntos nuevamente y vamos a cerrar los ojos y nos vamos a subir a nuestro inmenso Cóndor y le vamos a decir que nos lleve a todos al país de los cuentos que como ustedes saben queda muy cerca de las Malvinas

Y ahora como el maestro conoce muy bien las islas no nos vamos a perder. 

Chicos, quiero que sepan que a las noches cuando me acuesto cierro los ojos y veo cada una de sus caritas riendo y jugando; cuando me duermo sueño que estoy con ustedes. 

Quiero que se pongan muy contentos porque su maestro es un soldado que los quiere y los extraña. Ahora sólo le pido a Dios volver pronto con ustedes. Muchos cariños de su maestro que nunca se olvida de ustedes. Julio" 

Julio Rubén Cao nació en Ramos Mejía el 18 de enero de 1961 y cumplió con el Servicio Militar Obligatorio en el Regimiento de Infantería Mecanizado 3 “General Manuel Belgrano” que por esos años estaba en La Tablada, Provincia de Buenos Aires.

Se recibió de Profesor de Literatura y enseñaba en tres escuelas del partido de La Matanza. 

Tenía 21 años, estaba casado y su esposa estaba embarazada. Cuando se enteró de la recuperación de las Islas Malvinas pensó que debía presentarse como voluntario en el Regimiento en donde había aprendido a defender su bandera con las armas. Varios
más también lo hicieron. 

El 12 de abril partió para Puerto Argentino, su madre quedó desconsolada, no quería que se fuera, pero él estaba resuelto. '¿Cómo me vas a pedir que no vaya? Soy docente y enseño a defender a la patria. Si me quedo acá, ¿Qué ejemplo voy a dar?'
le decía a Delmira, su mamá. 

Como contaba en su carta a los alumnos, ya en su posición a unos kilómetros de Puerto Argentino, en las frías noches malvinenses, Julio pensaba en sus alumnos y en su familia, pero cada noche que pasaba el enemigo se acercaba más y más. 

Llegó junio y con él los primeros choques cerca de Puerto Argentino, hasta que el 10 de junio estalló el infierno, y Monte Longdon se transformó en, tal vez, la más dura batalla terrestre de toda la guerra. 

Imagen con la que el Ejército lo recuerda en sus redes sociales y que forma parte de una serie integrada por otros héroes de guerra. Foto: Ejército Argentino

Julio estaba allí junto a sus compañeros, y el horror de la guerra se llevaría para siempre sus deseos de volver a reunirse con sus alumnos, y de conocer a su hija, Julia María, que nacería el 28 de agosto de ese año. 

Última página de su carta. Foto: Ejército Argentino

Como pasa con tantos otros Veteranos, la historia del “Maestro Cao”, soldado voluntario, no se conoce tanto como la miserable mentira de los chicos de la guerra que todos repiten sin analizar ni investigar. Sin embargo, no todo está perdido y aquí estamos para sostener por siempre la memoria viva de nuestros héroes, para que sus ejemplos nos muestren el camino cuando a veces el horizonte no esta claro. Y en esta gratificante tarea, el tiempo está de nuestro lado, y la verdad siempre prevalece. Estos son algunos ejemplos: 

La escuela N.º 32 de Gregorio de Laferrere, una de las tres en las que era Profesor de Literatura, lleva su nombre: Escuela N.º 32 Julio Rubén Cao. 

La escuela de Comercio Nro. 22 DE6 de CABA, lleva el nombre “Julio Cao, Héroe de Malvinas” desde 2022. 

La escuela Primaria N.º 6.341 de la Ciudad de Santa Fe, lleva su nombre “Escuela Julio Rubén Cao”. 

El Maestro Cao fue enterrado en el Cementerio de Darwin, pero se desconocía cuál era su tumba hasta que en 2018 en el marco de una labor conjunta entre argentinos y británicos se identificaron a muchos de los que allí descansaban bajo una placa que decía “Soldado argentino solo conocido por Dios”. El fue el identificado N.º 92 y gracias a eso ahora sus familiares saben exactamente donde descansan sus restos.

* Lic. Alejandro Signorelli, Investigador de la Guerra del Atlántico Sur.

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